La valenciana Sara González, de 29 años, pasa estos días en un sinvivir: deberá ingresar en prisión para cumplir una condena de seis meses con su bebé lactante al no haber pagado en su momento una multa de 1.440 euros por la que se conmutaba su pena. Una serie de errores de letrados anteriores y el actual rechazo social al indulto juegan en su contra.
Hace cinco años que Sara encontró bajo un coche una cartera con tarjetas de crédito que utilizó para comprar móviles y revenderlos consiguiendo así dinero para comer compulsivamente a escondidas por la bulimia que sufría. El Juzgado la condenó en 2012 a un año y nueve meses de prisión por un delito de falsificación y a otros seis meses por uno de estafa, según cuenta Juan Gargallo, su abogado, al diario El País.
La primera pena se suspendió al ser inferior a dos años, no tener antecedentes y haber pagado todas las indemnizaciones, pero la de seis meses le fue conmutada por una multa de 1.440 euros que sus abogados explicaron que era innecesario que pagara por ser insolvente. Tampoco recurrieron la decisión cuando se revocó la permuta en 2013, de manera que cuando Sara tuvo conocimiento del problema al recibir la carta que le daba cinco días para ingresar en prisión, pagó la multa, pero fue devuelta por estar fuera de plazo.
Esta madre valenciana ha conseguido en cinco años superar su enfermedad y llevar una vida 'ordenada', limpiando pisos, trabajando en diferentes ocupaciones y siendo madre de dos niñas -una de tres años y otra de dos meses, que le acompañará si finalmente ingresa en prisión. El Juzgado de lo Penal número 14 de Valencia ha denegado la suspensión cautelar de la pena, y lo hace alegando que el indulto se denegará "previsiblemente", especialmente por el rechazo actual de la sociedad a este tipo de medidas.
"Sara no es ya la misma que cometió aquel delito menor que, además, no fue violento. Se ha curado de su enfermedad. De lo que la gente está cansada es de que se indulte a personas afines al Gobierno o inmersas en casos de corrupción, no a cualquier penado", explica su abogado, que también estudia acciones legales contra los anteriores letrados que malaconsejaron a Sara.
Mientras buscan esa suspensión de la pena y tramitan el indulto, su entorno sigue recogiendo firmas en la plataforma Change.org, donde su madre ha iniciado una petición que lleva ya más de 73.300 apoyos, sin perder la esperanza de que finalmente no se vea obligada a acudir a prisión con su bebé de dos meses cinco años después del error cometido.