Los caminos del expresidente de Repsol Alfonso Cortina y el que fuera su escudero en la petrolera, Ramón Blanco, se vuelven a cruzar y, además, en el mismo sector. Este último encabeza una aventura empresarial consistente en la exploración de proyectos petrolíferos en Latinoamérica y África, con el fin de establecer posteriores acuerdos con los grandes grupos de este ámbito. El proyecto cuenta con el apoyo de inversores individuales, la mayoría de ellos procedentes del exterior.