Casa Grande de Cartagena, el family office de la familia Del Pino, principal accionista de Ferrovial, es uno de los fieles reflejos de las consecuencias de la crisis. Tras la última reducción de capital llevada a cabo por la sociedad en los últimos días, su capital en la actualidad es aproximadamente un 60% inferior al que presentaba justo antes del inicio de las turbulencias financieras, cuando vendió su parte en Ferrovial y apostó por inversiones bursátiles.