Acuciados por la desviación de los ingresos de la caja de las pensiones, incluso a costa de perjudicar el proceso de devaluación interna impulsado por el propio Gobierno, Montoro y Báñez aprueban medidas para reforzar la recaudación de la Seguridad Social por valor de 5.000 millones de euros. Según datos de la patronal, sólo por las mutuas conseguirán unos 2.500 millones extra.