La compañía presidida por Antonio Asensio Mosbah prevé cerrar las negociaciones con los bancos entre la última semana de junio y la primera de julio. Todo apunta a que los acreedores accederán a suavizar el calendario de pagos y a que el Grupo Zeta pueda utilizar para sus gastos corrientes una parte de los 39 millones de euros que obtuvo por la venta de Ediciones B. Eso sí, salvo sorpresa, no se abrirá una nueva póliza de crédito.