Para los que tienen debilidad tanto por las cosas del paladar como por recorrer mundo, el premio entre los premios es descubrir rincones mágicos con paisajes o monumentos que merezcan mucho la pena y, en donde además, podamos encontrar productos autóctonos que sean auténticos manjares. Algo así como la meca del turismo-gourmet donde las dos partes de la ecuación tienen tanto peso que no sabríamos por cuál decantarnos. Cantabria es una de las comunidades donde no hay que hacer mucho esfuerzo para encontrar pueblos preciosos que, además, cuentan con productos con denominación de origen que ríete tú de la sección de delicatessen de los grandes almacenes. Estos son algunos de ellos.

Si eres de los que no gusta cargar con guías ni mapas -pero quieres tener toda la información disponible- la solución más práctica son las aplicaciones para smartphone. Consejos, mapas, información de localidades, reservas en albergues y la consulta de itinerarios hacen de estas app el compañero perfecto para acompañarte durante la travesía.

Dicen los aficionados a recorrer mundo a pedales que la comunidad de cicloturistas está creciendo a pasos agigantados. En parte, porque hay algo de adictivo en ello; una vez que se prueba la experiencia de disfrutar de una buena ruta sobre el sillín de una bicicleta, no hay marcha atrás. A partir de entonces habrá que hacer hueco a la bici en el maletero del coche cada vez que haya tiempo para una escapada.

Llega el buen tiempo y los caminos a Santiago de Compostela se llenan de peregrinos. Para muchos, el camino de Santiago es uno de esos viajes míticos en bicicleta que van quedando pospuestos por falta de tiempo, por pensar que será demasiado duro, porque nuestra bicicleta es cutre o por cualquier otra excusa. En este artículo nos proponemos desmontar estos y otros mitos.

El próximo 11 de mayo arranca la que pretende ser una prueba de referencia en el panorama popular de la bici de montaña (BTT) nacional, la 1ª marcha Reino de los Mallos que se desarrolla en el pre-pirineo oscense, donde las rocas están esculpidas a cincel.

En Flandes, el ciclo-turista es un tipo al que se mima como se merece. En primer lugar, porque hay alrededor de 300 hoteles, campings y albergues adaptados para bicicletas -lo que significa que están a una distancia máxima de 5 kilómetros de una ruta ciclista-. Y que ofrecen alquiler de bicis, además de aparcamiento para ellas, kits de reparación, mapas...