La noticia es toda una declaración de intenciones, dado que Telefónica permitirá que el operador utilice su red incluso en aquellas zonas en las que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) le permite no hacerlo; las llamadas "zonas competitivas".
Así Vodafone podrá utilizar la fibra que Telefónica ya ofrece en 17 millones de hogares españoles y que se espera que lleguen a los 25 millones en 2020.
El acuerdo entre ambos operadores tiene una duración de cinco años en los que pueden pasar muchas cosas, y una de ellas es que Orange se apunte a la fiesta de la compartición.
En Australia se trabaja para que haya una sola red de telecomunicaciones, pero que un Gobierno sea el único dueño tiene puntos negros
Así lo refleja un informe de Citigroup en el que la entidad refleja que "Orange podría considerar un acuerdo similar en lugar de continuar con sus planes de expansión de red". El documento también dice que en el caso de que no se dé este supuesto "el operador necesitará ser más racional en sus inversiones", y destaca que "si en el pasado ha seguido la tendencia de otros competidores y ha subido tarifas, en el futuro podría necesitarlo".
Sin embargo, fuentes del sector aseguran que el operador francés es "firme en sus planes de expansión de fibra óptica porque eso le dará independencia respecto a sus competidores". Orange tiene un plan de ampliación de su red de fibra que se resume en una inversión de entre 1.500 y 1.700 millones de euros con los que en 2019 esperan llegar hasta 14 millones de hogares.
Citigroup también destaca que el acuerdo de compartición de fibra es un cambio de dinámica dentro del mercado español, en el que históricamente Vodafone y Orange habían cooperado en el tendido de red. Esta alianza convierte a Vodafone en el principal cliente mayorista de la compañía española.
Australia y la red única
En Australia desde hace años se trabaja en un modelo de red única o neutra por el cual el estado tiene el control de las infraestructuras. El Gobierno del país ha ido compensando a Telstrom, el único operador privado, para ir nacionalizando las infraestructuras. Algo que supone un gran ahorro de costes, ya que no hay varias compañías tirando fibra por el mismo lugar, pero que tiene puntos oscuros.
"Australia fue de los primeros países que bloqueó pornografía y determinadas páginas de Internet, y eso hay que tenerlo en cuenta porque se deja la soberanía de las infraestructuras a los gobiernos, pero la posibilidad de tener infraestructuras compartidas, neutras, es interesante. Todo tiende ahora a ir por ahí", asegura Enrique Dans, profesor en la IE School.