La la es una nueva aplicación de mensajería instantánea que nos propone un modo de comunicarnos tan sencillo como rítmico: chatear con fragmentos de canciones en vez de mensajes de texto. De este modo podremos, por ejemplo, enviar el clásico Good Morning de Debbie Reynolds, Donald O'Connor y Gene Kelly para empezar la mañana en vez del típico “buenos días” (cuenta su creador en el blog de la aplicación que esta fue la primera canción compartida en la app).
Los fragmentos de las canciones están clasificados por los mensajes contenidos en sus letras. Cuando queramos decir algo, con La-La podemos buscar temas que en los que esté presente nuestra idea (estoy libre, vamos a bailar, háblame… todo lo que a uno se le pueda imaginar y que algún artista haya convertido antes en canción) y después seleccionar el contacto con el que queremos compartirlo. Esta persona podrá entonces respondernos con otra canción que, a su vez, exprese lo que él o ella quieran decirnos.
Solo canciones
La-La no es un servicio de mensajería de texto que además incorpore canciones: la aplicación solo permite enviar fragmentos musicales, por lo que el único modo de decirse algo es con música. Además, tiene un elemento de sorpresa añadido: no vemos el título de la canción hasta que no hemos escuchado el fragmento de sonido. Los mensajes musicales de La-La pueden ser enviados a otros usuarios de la aplicación o a cualquier persona con un teléfono móvil a través de SMS.
¿Puede resultar complicado llegar a expresar algo de calado a través de una aplicación así? Por supuesto, pero la comunicación también es un juego y servicios como los de La-La pueden resultar divertidos. El mercado de aplicaciones de mensajería instantánea no ha parado de diversificarse en los últimos años y más allá de la mera acción de conectar personas, no todas tienen por qué servir necesariamente para las mismas funciones. La prensa especializada, como TechCrunch, ya apunta a los adolescentes como posibles usuarios potenciales.
