Dyson Zone son unos futuristas auriculares con la capacidad de filtrar el aire que se respira mientras escuchamos música pero que, lejos de lo que se puede pensar, la compañía ya diseñaba antes de la llegada del coronavirus, concretamente en 2016.
Su imagen, recalcamos de nuevo, es de lo más vanguardista que hemos visto en el sector de los auriculares, como no podía ser de otra manera si lo que se buscaba era purificar el aire. Este cometido lo lleva a cargo un pequeño brazo que se sitúa a la altura de la nariz y la boca, y se une y retira a los auriculares a través de un imán. Esta parte del equipo trabaja con filtros electrostáticos que retienen el 99% de la contaminación de partículas de hasta 0,1 micras, mientras otros filtros de carbono y potasio bloquean los gases contaminantes. La sensación cuando se activa la filtración de aire es que desaparece cualquier olor -comida, contaminación, tabaco-. Se aísla la capacidad olfativa y se respira aire fresco, a pesar de estar cruzando un semáforo -lo hemos comprobado-.
Como es habitual en los dispositivos de la firma con sede en Malmesbury, Reino Unido, ofrecen una gran calidad general, pero es especialmente llamativa la del sonido, porque no es una compañía especializada en este audio.
Los Dyson Zone integran cancelación de ruido. "Ocho micrófonos con cancelación activa de ruido controlan el ruido circundante 384.000 veces por segundo, cancelando el ruido de fondo. Con dos micrófonos adicionales para telefonía y sistemas de transparencia", explica la compañía. La cancelación funciona de forma decente.
Además, los auriculares incorporan un altavoz de neodimio desarrollado a medida, con unas dimensiones de 40 milímetros y 16 ohmios que aporta una gran claridad en el sonido, tanto en graves y medios como en agudos.
Hay que recalcar que el sonido nos ha llamado la atención de forma positiva. En comunión con la cancelación de ruido se disfruta de una experiencia inmersiva, aislada, de gran calidad.
Los puntos negativos de los Dyson Zone
Como suele ser habitual en los productos de Dyson, el precio es uno de sus principales handycaps. Cuestan 699 euros, muy por encima de equipos especializados en audio como por ejemplo los Bose QuietComfort Ultra -469 euros de precio- o los Airpods Max -629 euros-, si bien es cierto que son los primeros que, además de reproducir música en alta calidad, pueden limpiar la contaminación del aire que respira el usuario.
La autonomía cuando se utiliza la filtración de elementos contaminantes es otro de sus puntos flojos. Si en la opción solo audio alcanza las 50 horas de reproducción, cuando se activa el purificador su tiempo de uso ronda la hora y media. Eso sí, en treinta minutos es capaz de cargar la pila para reproducir 9,5 horas de música con la cancelación de ruido activada.
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