El concepto Microsoft Surface Pro nació en 2012: un ¿tablet? que, por potencia, cualidades y versatilidad, bien podía utilizarse como un ordenador portátil -o viceversa-. Nació acompañado por el Surface -a secas-, que es más tablet que otra cosa porque sólo admite que se le instalen aplicaciones procedentes de la tienda de Microsoft, mientras que en el Pro puedes instalarle cualquier programa de terceros (vamos, como un ordenador estándar). Ambos son clónicos en cuanto a formato, tamaños de pantalla (10,6 pulgadas) y casi dimensiones (algo más grueso y pesado el Pro). En 2013, se lanzaron las respectivas segundas generaciones de ambas versiones, que mantenían sus signos de identidad fundamentales y corregían algunos detalles.
Hace apenas una semana que se ha presentado el nuevo Pro, con el apellido 3. Una evolución en toda regla porque presenta una pantalla de 12 pulgadas, con una resolución de nada menos que 2.160 x 1.440 píxeles. Como curiosidad, esta pantalla es de formato 3:2, frente al 16:9 de los otros Surface. Según Microsoft -y aquí viene el truco-, esta proporción, en combinación con la resolución, permite mostrar un 6% más de contenido que la pantalla de un ordenador de 13 pulgadas.
También ha evolucionado, para bien, en su grosor, que es de 9,1 milímetros, un 30% más delgado que el MacBook Air de 11 pulgadas. Éstas son palabras literales de Microsoft, que no se corta un pelo en las comparaciones. Su peso, sin contar el teclado, del que más adelante hablaremos, es de 800 gramos. Nada nada mal. Portabilidad máxima.
Accesorios imprescindibles
Una de las credenciales de los Surface es el llamado Kickstand, un soporte posterior integrado que facilita el apoyo autónomo del equipo sin necesidad de accesorios extra. En la primera generación Surface, el ángulo del Kickstand era fijo; en la segunda, admitía dos posiciones; en el Surface 3 lo puedes graduar a tu capricho, desde 22 hasta los 150 grados.
Otro de los ‘fuertes’ de los Surface Pro es su stylus, ese lápiz-puntero con el que se escribe y dibuja en su pantalla. También ha sido modernizado. El que acompaña al Pro 3 realiza trazos mucho más precisos, ofrece una experiencia en general mejorada y es más fácil de utilizar. De hecho, con sólo presionar su botón incorporado, abre páginas nuevas del programa OneNote para tomar notas; si le das dos veces, dispara la cámara o captura la pantalla.
Y otra de las características sobresalientes de los Surface es su funda-teclado, llamada Type Cover. Ya era fina y ahora lo es aún más, con un trackpad para manejar el cursor de mayor tamaño y con un detalle relevante: esta funda-teclado incluye un nuevo pliegue que se adhiere a la parte inferior del Pro, quedando el teclado ligeramente levantado, lo que favorece la ergonomía y comodidad de uso. Gran idea.
Conectividad y potente sonido
Surface 3 sigue manteniendo una completa conectividad: puertos USB 3.0. y Mini DispalyPort, toma de auriculares, ranura MicroSD, WiFi y bluetooth 4.0, con la particularidad que la conexión USB es de tamaño estándar (válida para cualquier pendrive, no ocurre así en el resto de tablets del universo) y el WiFi es ac, el más rápido y efectivo del momento. Carece de puerto ethernet para la red, pero tiene un accesorio USB que lo posibilita.
El Surface Pro 3 incluye un muy potente equipo de sonido con Dolby y conserva la opción multitarea, para manejar dos aplicaciones de manera simultánea. A su vera, el fabricante ha lanzado una serie de accesorios entre los que destaca una cuna o docking station, que agrega un puerto ethernet gigabit de hasta 1 Gbps, otro Mini DisplayPort para vídeo de hasta 4.096 x 2.304 de resolución, cinco puertos USB (tres de ellos 3.0) y las conexiones necesarias para asociar el Surface Pro 3 con un monitor HD, sistema de audio, ratón externo, teclado, impresora, etc.
Si te decimos que este ¿tablet? ¿portátil? está disponible con procesadores múltiples Intel Core i3, i5 o i7 de 4ª generación, con hasta 8 Gb de RAM y hasta 512 Gb de memoria, reconoces que son prestaciones técnicas propias de un ordenador portátil. Y es que Microsoft vuelve a no cortarse y presentarlo, sin ningún tipo de miramiento ni prejuicio, como el sustituto de cualquier ordenador portátil. Al menos, a nosotros, nos ha generado la duda positiva, de ahí las interrogaciones que le ponemos al describirlo. Hay un Surface Pro 3 desde 799 euros, más 129 euros de la ‘necesaria’ funda con teclado. Sí, precio de ordenador portátil.