El Lenovo IdeaPad Yoga 11 no es un gadget nuevo, pero sí su reciente versión que viene con el apellido S. Te contaremos más adelante por qué te lo proponemos ahora. Antes, es menester que conozcas dos detalles de cierta curiosidad. Primera: Lenovo es un fabricante chino de tecnología que hace años adquirió la división de ordenadores portátiles de la mítica IBM. Aquellos eran los reyes del mercado de la empresa, porque sus productos eran duros, muy seguros y, por tanto, resistentes al paso de los empleados más torpes en cuanto el trato hacia sus equipos. Segunda: en la idea de colocar una bisagra practicable hasta 360 grados en un portátil para que éste se transforme en tablet concurren nada menos que 21 patentes, porque un manejo habitual de abrir y cerrar completamente el ordenador y definirlo en la disposición que a cada uno le apetezca y, además, funcionen los contactos es, desde la perspectiva de diseño funcional, algo complicado. Lo de llamarlo Yoga es perfecto.
Dicho esto, el 11S es un ordenador de los llamados híbridos, esto es, que puede ser usado como portátil estándar o como tablet si rotas completamente su pantalla. Si lo dispones en modo cuña, es una pantalla idónea para visualizar vídeos. El 11 fue lanzado a principios del año pasado. Un equipo que se apuntó al amado u odiado Windows 8 y con una pantalla táctil de 11,6 pulgadas. Con unos componentes técnicos modernos y conectividad conveniente, el Yoga 11 se mueve rápido, ágil, efectivo. Su peso es de unos comedidos 1.250 gramos y su grosor total, de 1,7 cm. El problema del Yoga 11, y el sustantivo no está equivocado, es que su Windows 8 es la versión RT, es decir, la que sólo permite instalar aplicaciones/programas procedentes de la tienda de Microsoft. Olvídate por tanto de usar, por ejemplo, el Photoshop que tienes (como en ninguno que corra bajo W8 RT). Con ello, el Lenovo IdeaPad Yoga 11 se queda, desde el punto de vista operacional, en más un tablet que en un portátil para trabajar.
Lenovo acaba de lanzar el 11S. Mismas pulgadas, misma virtud acróbata y… ¡Windows 8 Pro! Sí, ya puedes instalarle los programas de terceros que necesites en tu día a día. Esto supone que tienes ante ti un completo portátil híbrido, transformable o como quieras llamarle, sin cortapisa alguna. Para acompañar a todo esto, procesadores de Intel, que son los propios de un portátil al uso; el 11 lleva Nvidia, chips propios de un tablet. La resolución de la pantalla sigue sin ser Full HD. No es motivo de caos mundial, porque con sus 1.600 x 900 no vas a echar de menos los 1.080, pero sí peca en escaso ángulo de visión lateral.
Otros dos detalles que debemos destacar. Por un lado, el acabado del Yoga 11S (como el del 11 a secas) es es-pec-ta-cu-lar. Materiales de primero orden, ajustes fantásticos y una sensación de robustez, de equipo muy bien hecho, que deslumbra. Por otro, que tiene un hermano mayor llamado Yoga 13, cuyo número corresponde al número de pulgadas de su pantalla. En este caso, no hay versión 13S (al menos de momento), porque trae de serie Windows 8 Pro.
El Lenovo IdeaPad Yoga 11S está disponible en serio gris o impactante naranja desde 790 euros. Si con el 11 te vale, lo acabamos de ver en una tienda online por sólo 499 euros y eso que su precio de partida era similar al del 11S.