"Roam like at home", ese es el concepto que ha impulsado la Comisión Europea desde hace muchos meses para que este verano viajar con el móvil por Europa, y utilizarlo, no suponga un sobre coste para el usuario. Pero, por otra parte, esto podría incrementar la factura del cliente en el caso de las tarifas planas, es decir, podría haber una subida indirecta.
Aunque a priori el organismo ha conseguido sacar adelante este proyecto, y los operadores no deberían cobrarán ni un céntimo en los datos y la navegación cuando se viaje por la Unión Europea (UE), lo cierto es que no puede ponerle puertas al campo a los precios de los operadores.
De hecho, desde la Comisión Europea no niegan que el usuario final pueda ver incrementada su factura a partir de junio, momento en el que entra en vigor la medida, tal y como ha podido saber Vozpópuli.
El problema que ven los operadores es el siguiente: la Comisión Europea ha establecido un precio por cada gigabyte, la medida que se utiliza para medir los datos móviles, de datos en roaming, es decir, cuando estos datos se utilizan fuera del país de origen. Antes de seguir con la explicación, hay que destacar que los operadores, cuando desvían llamadas a otros países, deben utilizar redes de otras compañías, lo que eleva el precio del gigabyte.
Se trata de un coste que se debe añadir al que ya supone generar ese gygabyte en el país de origen, y que tiene mucho que ver con el levantamiento de antenas e infraestructuras por todo el territorio nacional.
Este precio representa lo que a los operadores les cuesta generarlo. Desde el organismo aseguran que se han realizado múltiples y exhaustivas pruebas para saber con exactitud cuál es exactamente ese precio, que han fijado en 11 euros. De hecho, reconocen que lo han elevado hacia arriba para dejar margen de negocio a los operadores.
España votó 'No' al roaming gratuito
Sin embargo, las compañías españolas de telecomunicaciones no están de acuerdo con este precio, considerándolo por debajo de lo que realmente les cuesta generar cada gigabyte. De hecho, en la votación parlamentaria de esta medida, España fue uno de los cuatro países, del total de los 28 que forman la Unión Europea, que voto 'No'. Una decisión que sin duda estaría consensuada con los principales operadores españoles, que cuentan con grupos de lobby.
Fuentes de la Comisión Europea (CE) consultadas por Vozpópuli no han negado que el roaming pueda suponer una subida en las tarifas planas de telefonía móvil.
"Si miramos los precios antes de esta regulación, los operadores estaban cobrando 9 euros por gigabyte según datos de las consultoras. El tema es si venden por arriba o por debajo de los costes. Pensamos que con el precio al que hemos fijado el gigabyte tienen margen para hacer negocio", han dicho las mismas fuentes.
Se trata de una situación que podría suponer subidas en la factura si los operadores, obligados a no cobrar a sus usuarios cuando usan el móvil dentro de Europa, consideran que el precio del gigabyte es más alto de lo que les cuesta generarlo.
Así las cosas, en 2018 el organismo europeo realizará un informe para ver cómo está funcionando el mercado y en 2019 revisará de nuevo los costes. En España la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) será quien pondrá la lupa sobre los operadores españoles, con el fin de supervisar su forma de proceder, y sancionarlos cuando proceda.