Las distintas vías de investigación abiertas en torno al rey emérito así como el carrusel de informaciones en torno a su fortuna en el extranjero complican la posibilidad de un pronto regreso a España de Juan Carlos I. A la noticia de que la Fiscalía del Tribunal Supremo archivará sin presentar querella las pesquisas sobre el cobro de cien millones de Arabia Saudí le han sucedido otras sospechas que apuntan a irregularidades posteriores al año 2014 cuando ya no gozaba de inviolabilidad.
El exjefe del Estado está en Emiratos Árabes Unidos (EAU), según informó oficialmente la Casa Real el pasado 17 de agosto. El comunicado se producía dos semanas después de hacerse pública su decisión de trasladar su residencia fuera de España. El padre del rey Felipe VI explicó entonces que dejaba España "ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados" de su vida privada y para facilitar a su hijo su labor como jefe del Estado.
Sin embargo, la idea del rey emérito es que ese retiro fuese temporal. El periodista Carlos Herrera, próximo al rey Juan Carlos, ofreció el pasado 3 de noviembre detalles sobre su estancia en el país asiático y su intención de regresar: “Hoy hace tres meses que tuvo que marcharse el rey Juan Carlos de su casa y su país. El rey de España durante 40 años, una persona de 82 años con problemas de movilidad, hubo de coger los trastos de su casa y marcharse”.
"Quiere estar en su casa"
Desde los micrófonos de la cadena Cope apuntaba a las presiones sufridas para ese retiro y añadía que “hay algunos que están muy cómodos con esa distancia, pero convendría que no se acostumbrasen a que esté fuera”. “Según he podido saber, oye la radio, lee las noticias, hace gimnasia, ha perdido cuatro kilos, ha mejorado esa pierna que le da tantos problemas y que le hace caminar con bastón... está bien. Pero me consta que una cosa es que esté bien y otra que le olviden porque puede volver cuando quiera. El mensaje es que quiere estar en su casa, lógicamente como todo el mundo”, aseguraba.
Sin embargo, los motivos que alegó en su día para marcharse y la repercusión pública de sus acciones no han variado sino que se han incrementado. Con el agravante de que algunas de las investigaciones no serían tan pasadas, sino más recientes en el tiempo. Las pesquisas con las que trabaja la Fiscalía del Tribunal Supremo amenazan con dilapidar su legado y complican su futuro judicial y el de otros miembros de la familia real, que no gozan como él de la condición de aforados ante el alto tribunal.
Actualmente son tres las investigaciones abiertas por el Ministerio Público. La primera aborda el recorrido del dinero que le dio el Gobierno de Arabia Saudí en las fechas en las que se negociaba la construcción del AVE a La Meca, un contrato de más de 6.000 millones de euros que recayó en una UTE de empresas españolas. Desde el Ejecutivo se dijo entonces que esa adjudicación no hubiera sido posible sin la intermediación del rey.
Tres líneas de investigación
En este caso se indaga si ese dinero el rey lo escondió en cuentas suizas a nombre de fundaciones creadas en paraísos fiscales, pero el Ministerio Público no ha hallado hechos ilícitos posteriores al año 2014 por lo que el rey emérito estaría protegido por su inviolabilidad.
No obstante, el pasado viernes la fiscal general del Estado, Dolores Delgado mantuvo un encuentro con periodistas. Dijo que el fiscal jefe anticorrupción, Alejandro Luzón, pasaría a reforzar el equipo de fiscales del Tribunal Supremo que investiga al rey. Además confirmó otras dos líneas de investigación más. Una fue desvelada en exclusiva por eldiario.es y tiene que ver con el uso de tarjetas de crédito en las que ingresaba dinero un empresario mexicano amigo del monarca y gestionaba presuntamente a modo de testaferro un coronel del Ejército del Aire destinado en Zarzuela de la máxima confianza del rey emérito.
Según la información, varios miembros de la familia real habrían hecho uso de esos fondos sin declarar a Hacienda lo que podría derivar desde un blanqueo a un delito fiscal por enriquecimiento ilícito de patrimonio. Desde la Fiscalía anticorrupción aseguran que las pesquisas de este segundo escenario se encuentran muy avanzadas sin ofrecer más detalles sobre si preparan una querella para presentar al Tribunal Supremo.
Sepblac y una fortuna en Jersey
La tercera línea se encuentra de momento en fase embrionaria y parte de un informe de inteligencia financiera elaborado recientemente por el SEPBLAC, autoridad supervisora en materia de prevención frente al blanqueo de capitales. Varios medios de comunicación han ido desgranando detalles de las irregularidades detectadas por este organismo y que apuntan, según LaSexta, a una fortuna oculta del rey emérito de casi diez millones de euros en el paraíso fiscal de la isla de Jersey.
Por su parte, este martes El Confidencial informa que Juan Carlos I ocultó 7,9 millones de euros en una cuenta de Suiza hasta verano de 2018. Los casi ocho millones de euros habrían estado escondidos bajo la Fundación Zagatka, una sociedad instrumental constituida en 2003 y dirigida por el primo de Juan Carlos I, Álvaro de Orleans-Borbón. Tal y como detalla la información publicada, gran parte del dinero estaba invertido en acciones, bonos y otros productos.