Driss Oukabir, uno de los tres presuntos yihadistas juzgado desde este martes por integrar la célula terrorista que llevó a cabo los atentados de Barcelona y Cambrils en 2017, ha negado haber tenido relación con el grupo, en su mayoría fallecido en la explosión de la casa de Alcanar en la que preparaban los explosivos. “Mi vida era salir de fiesta, era consumidor de droga, cocaína, hachís y, esto me da vergüenza decirlo, ir con chicas de compañía”, ha dicho.
Oukabir fue uno de los primeros detenidos tras los asesinatos terroristas. Como a los otros dos que se sientan con él en el banquillo de los acusados, Mohamed Houli y Said Ben Iazza, se les acusa de integrar el grupo terrorista liderado por el imán Abdelbaky Es Satty, pero no por los asesinatos. La Audiencia Nacional entendió que los tres no habían tenido participación del plan terrorista. La acción de arrollar viandantes en la Rambla de Barcelona y hacer lo propio en Cambrils fue un plan B apresurado tras la explosión accidental de Alcanar sin que los acusados tuvieran conocimiento.
El acusado, desde el habitáculo blindado de la Audiencia Nacional desde la que declaran los juzgados por terrorismo, ha negado relación alguna con la célula: “Yo no conozco al imán, no iba a la mezquita. Esa era mi vida, trapichear con drogas”. “Yo jamás conocí al imán, me gustaría saber quién es”, contestó Oukabir que tan solo contestó a las preguntas de su abogado. “¿Usted tenía chilaba?”, le preguntó el letrado.
“Mi pareja me llamó para decirme que había salido en la tele. La esperé para ir los dos juntos a comisaría. Cuando la estaba esperando aparecieron los Mossos me apuntaron con armas me dijeron que me tirara al suelo”, relató respecto al momento de su arresto. Los otros dos acusados también han negado su participación en los hechos.
Peticiones de condena
La Audiencia Nacional ha comenzado así a juzgar a los tres acusados de formar parte de la célula yihadista que dejó 16 fallecidos y cientos de heridos en las calles de Barcelona y Cambrils (Tarragona). Están previstas una veintena de sesiones previstas de este juicio que se alargará hasta diciembre.
La Fiscalía solicita para Driss Oukabir, Mohamed Houli Chemlal y Said Ben Iazza penas que van desde los 8 años a los 41 años por delitos entre los que no se incluye el de asesinato. Considera los acusados no participaron directamente en los atentados aunque pertenecieran a la célula yihadista responsable de los mismos, un criterio que discrepa con el de las acusaciones populares.
Los seis supuestos autores tanto del atropello masivo en la Rambla de Barcelona como en el paseo marítimo de la localidad tarraconense de Cambrils murieron abatidos por agentes de los Mossos d'Esquadra la misma noche o en días posteriores. El Ministerio Público en su escrito de acusación provisional afirma que los acusados -en prisión preventiva desde que fueron detenidos hace tres años- se encontraban en el "entorno" del imán de Ripoll (Barcelona) Abdelbaki Es Satty, que falleció un día antes en la explosión de una vivienda en Alcanar (Tarragona) donde se preparaban los explosivos para atentar en Barcelona.
La explosión de Alcanar
Señala que el acusado Mohamed Houli Chemlal, que resultó herido por la explosión de Alcanar, y para quien se solicita la pena más alta por los delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia, depósito y fabricación de explosivos, y conspiración para cometer estragos terroristas, "formó parte de una célula criminal local seguidora de los postulados de la organización terrorista Estado Islámico reunida en torno a la figura del fallecido imán que fue de las comunidades 'El Fath' y 'Annour'", de Ripoll.
En este sentido, añade que "mantenía" con el imán una "buena relación de amistad" y que comenzó a "mostrar interés por el islam y a asistir también regularmente a la mezquita". El escrito explica que esta relación comenzó a través de los "hermanos mayores" miembros de la célula terrorista.
En primer lugar Youssef Aalla, Younes Abouyaaqoub y Mohamed Hichamy fueron "adoctrinados en el yihadismo radical" por Es Satty en su domicilio de Ripoll, "justificando el uso de la violencia extrema en nombre del Islam, transmitiendo este ideario fanático al resto de los miembros", dice la fiscal. Posteriormente, "atrajeron al grupo criminal a los pequeños", Omar Hichamy, Mohamed Houli Chemlal, Said Alla, Moussa Oukabir y El Houssaine Abouyaaqoub.
La Sagrada Familia
Así, "a finales de mayo de 2017 coincidiendo con la festividad del Ramadán, los "mayores" convocaron al resto de los miembros del grupo a una reunión en un parque de Ripoll, donde les comunicaron que "necesitarían su ayuda para derrumbar la Sagrada Familia y otros monumentos emblemáticos de la ciudad de Barcelona con explosivos que iban a preparan", concreta la fiscal.
En el caso de Oukabir, la fiscal solicita 36 años de prisión por los mismos delitos que Houli Chemlal, ya que estaba "plenamente asentado" en la célula terrorista en la que se integró "a mediados de 2017". Subraya que Driss Oukabir estaba "aislado de su entorno habitual y dispuesto para la consecución de sus fines", lo cual se demuestra con su participación en el "traslado de sustancias explosivas" desde la vivienda del imán hasta Alcanar y con alquiler de furgonetas.
El tercero de ellos, Ben Iazza se enfrenta a la menor petición de pena, 8 años por colaboración con la célula, por prestar a Younes Abouyaqoub una furgoneta que era propiedad de su tío, que utilizaba en su negocio de alimentación, "a sabiendas de que iba a ser usada para la adquisición y transporte de productos químicos".
El escrito de acusación de Fiscalía también señala que prestó su documentación personal, para ocultar la verdadera identidad del comprador de los productos químicos, "con la finalidad de ayudarles en la consecución de sus fines de hacerse con los precursores necesarios para la elaboración de sustancias explosivas".