España

Feijóo prioriza seducir al electorado del PSOE y se lanza a por el "centro político" en las europeas

Génova considera insuficiente "crecer sólo a costa de Vox" y se ve en condiciones de atraer al votante socialista moderado que Sánchez "está expulsando a otros partidos"

"Sánchez ha expulsado del PSOE el voto del centro. Un voto centrista, moderado, que recoge el PP. Sánchez sólo crece en Cataluña a costa de fagocitar a los partidos de izquierdas e independentistas". En esas tres ideas concatenadas este lunes por Borja Sémper, portavoz nacional de los populares, descansa la estrategia que el principal partido de la oposición desplegará de aquí al 9 de junio, cuando la candidatura encabezada por Dolors Montserrat se enfrente a las urnas en las elecciones europeas.

Serán, por tanto, los votos de los socialistas descontentos, y no los de Vox, los que Alberto Núñez Feijóo buscará en las próximas semanas. También los que electores que tratará de seducir para llegar al Palacio de la Moncloa cuando llegue el momento. "Nos preocuparía crecer sólo a costa de Vox. Necesitamos cuatros escaños más para gobernar, y si se los quitamos a Vox, seguimos sin gobernar", razonan fuentes cercanas al líder del PP respecto a los números necesarios para sumar mayoría absoluta en el Congreso. "El PP lo que tiene que hacer es debilitar al bloque de Pedro Sánchez", validan.

El "magnífico resultado" obtenido en Cataluña este domingo, donde la candidatura liderada por Alejandro Fernández pasó de tres a 15 diputados en el Parlament, rompiendo la serie histórica descendente de los 12 últimos años, ha reafirmado a Génova en su tesis. A ojos del PP, dado el leve repunte de Vox, que mantuvo sus 11 escaños y subió 30.000 votos, es evidente que apenas han arañado voto al electorado de Santiago Abascal. También que la escalada no se explica sólo por la absorción del voto de Ciudadanos, con seis diputados en 2021. Por ello, el sanedrín de Feijóo lo tiene claro: están atrayendo a antiguos votantes y a socialistas descontentos con Sánchez. Esos mismos a los que achacan la pírrica subida de tan sólo un diputado en las elecciones vascas del pasado 21 de abril.

El PP encuentra los mismos paralelismos al revisitar el 23-J, la amarga victoria de Feijóo frente a Sánchez. Y los cálculos de Génova arrojan el perfecto "centro político" que ahora buscan para ensanchar su electorado. Los 48 diputados que subieron los populares –pasando de 89 a 137– se explicarían por los 19 arrebatados a Vox, otros tantos al PSOE y 10 de Ciudadanos. Sémper, además, habló de "reformismo". Un concepto acuñado por el aznarismo para definir al partido como centro-reformista y que refrenda el ya clásico mantra intramuros de Génova según el cual es ahí, en el centro, donde el PP gana las elecciones.

"Sánchez está expulsando los votos de centro a otros partidos y sobrevive a base de coger los votos de otras formaciones radicales o independentistas", explican el reverso de esta dinámica electoral. Para los populares, el ascenso de Salvador Illa en Cataluña se debe a que el PSC se ha alimentado del voto de ERC, los Comunes y la CUP. En el País Vasco, mientras, Eneko Andueza habría subido dos diputados –de los 10 a los 12– gracias a un trasvase desde Podemos y el PNV. "Hay una bolsa de votantes de partidos con pies de barro que ahora eligen al PSOE", aseguran. "Al electorado que hace tres años optó por ERC", ponen como ejemplo, "este PSC les vale".

Subida de "12 a 15 puntos" en Europa

La estrategia del PP no será la misma que la vista en Cataluña. Montserrat, que ha pilotado la campaña catalana y ahora verá su rostro impreso en los carteles electorales, tendrá que adaptarse al nuevo plan. Los populares, por ejemplo, no harán tanto hincapié en los mensajes sobre inmigración y okupación que insistentemente subrayaron en los últimos compases de la campaña catalana.

Un discurso del que hicieron bandera tras detectarlo a través de focus group, un instrumento demoscópico que consiste en poner a debatir a un grupo de unas 10 personas de distintas sensibilidades e ideologías para tomar el pulso a determinadas cuestiones. "Hasta los de Podemos hablaban de una degradación de las ciudades", defienden. El PP considera que su aplicación en Cataluña ha sido un éxito. Y la explicación en gran medida a que hayan sido la primera fuerza en determinados barrios de Barcelona, segundos en Badalona, L'Hospitalet o Tarragona capital y tercera fuerza –por encima de ERC– en seis de las 10 principales ciudades de Cataluña. "En cuatro de esas 10, somos segunda fuerza por encima de Junts y de ERC", se congratulan.

Pero lo cierto es que fuera de Cataluña el problema de la inmigración no hace tanta fortuna y el PP, por tanto, resaltará otras cuestiones. Por ello, el PP recuperará con más intensidad el mensaje de "gestión", redoblará sus referencias a la corrupción derivada por el 'caso Koldo' e insistirá en el astro en torno al que gira la política española desde hace meses, ése por el que han pasado de puntillas, paradójicamente, durante dos semanas: la Ley de Amnistía. Una controversia que consideran con más fuerza de atracción fuera de Cataluña que dentro. Feijóo, además, encabezará el 26 de mayo la manifestación convocada por el PP como pistoletazo de salida a la campaña en las calles de Madrid.

Dos semanas que culminarán en un 9 de junio donde el PP espera subir "entre 12 y 15 puntos" respecto a 2019. O lo que es lo mismo: pasar del 20'15% de los votos y 23 diputados a un 32-35% del escrutinio y hasta 10 diputados más. Que Vox también lo hará lo dan por sentado dado que hace cinco años "era un partido mucho más pequeño". Feijóo, no obstante, priorizará otros votantes.

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