El PSOE no ha incluido en el orden del día del comité federal de este sábado las cinco nuevas incorporaciones a la dirección del partido. Fuentes de Ferraz han confirmado que "se informará" de los cambios en la comisión permanente de la ejecutiva federal del PSOE, pero no se votará.
Esta decisión ha causado sorpresa en algunos sectores del partido, que creen que Pedro Sánchez está pasando el rodillo sin consultar ni estos nombramientos, ni otros muchos movimientos como la política de alianzas con los partidos independentistas.
Cinco incorporaciones
Ferraz dice que la votación no es necesaria. Los estatutos del PSOE reconocen al comité federal la competencia de "cubrir las vacantes que se produzcan en la Comisión Ejecutiva Federal". No es técnicamente el caso, porque Sánchez ha hecho una ampliación, y algunos cambios de competencias.
El secretario General ha incorporado a su ejecutiva al ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; la titular de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero; el responsable de Sanidad, Salvador Illa; la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darías; y la directora de Comunicación del partido, Maritcha Ruiz Mateos.
Todos ellos se integrarán en la comisión permanente de la ejecutiva federal, que es un órgano más reducido que el pleno de la ejecutiva. Y en el que Sánchez está rodeado de su núcleo duro: los portavoces parlamentarios y los secretarios de área de su dirección.
El objetivo de estos cambios, según estas fuentes, es reforzar al PSOE de cara al próximo proceso congresual. La presidenta del partido, Cristina Narbona, anunció que el congreso se celebrará en 2021 para no interferir con los procesos electorales que tendrán lugar este año en País Vasco, Galicia y Cataluña.
Los barones y el separatismo
El comité federal de este sábado es el primero que afronta Sánchez desde septiembre, cuando el presidente endureció su discurso contra el independentismo en plena precampaña para la repetición electoral del 10-N. El problema no serán los nuevos nombramientos. Fuentes de la dirección socialista esperan que algunos barones -abiertamente críticos con algunas alianzas de Gobierno- generen debate sobre los acuerdos de investidura.
El PSOE ha tomado decisiones de calado en estos meses sin debatirlo en el seno del comité federal, máximo órgano entre congresos. El partido consultó a su militancia el acuerdo de coalición con Unidas Podemos, pero sobre la base de un documento genérico de diez puntos.
No ocurrió lo mismo con el pacto entre el PSOE y ERC, que recoge la mesa de negociación Gobierno-Generalitat y la celebración de una consulta en Cataluña.
Los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García Page y Javier Lambán, son los únicos que han alzado la voz en público contra algunos movimientos de Sánchez. García Page aseguró que "lo que afecta al conjunto de España debe ser objeto de votación de todos los españoles". El presidente castellano manchego también fue muy crítico con propuestas como la reforma del Código Penal para suavizar el delito de sedición.
Lambán, por su parte, ha llegado a calificar de "indeseable" a ERC como socio. Y recientemente, tras la reunión entre Sánchez y Quim Torra, pidió para Aragón "exactamente el mismo tratamiento" que a Cataluña. Por otro lado, tanto Lambán como García Page han advertido que llevarán al Gobierno a los tribunales si Hacienda no paga la liquidación del IVA que se adeuda a las comunidades autónomas.