Bienestar

El síndrome que afecta solo a los trabajadores más brillantes e inteligentes

Numerosas personas tienen un sentimiento incómodo que frustra sus planes, y casualmente son los empleados y estudiantes más valiosos. ¿Eres uno de ellos?

  • El síndrome que afecta solo a los trabajadores más brillantes e inteligentes

La mayoría de trabajadores tiene un problema grave. Estas personas sienten algo que les impide ser felices con su empleo y con su puesto. No nos referimos al sueldo bajo o al poco reconocimiento, sino a algo mucho más personal e intrínseco. Hablamos del síndrome del impostor.

Si crees que eres un fraude, sientes que tus jefes y compañeros te consideran mejor de lo que en realidad eres o que piensan que controlas más de lo tuyo de lo que en verdad lo haces, perteneces al 20% de la población que sufre esto.

Así lo ha determinado un nuevo estudio, publicado recientemente en The Journal of Vocational Behavior, que ha puesto de manifiesto que al menos dos de cada diez trabajadores y estudiantes padece este incómodo síndrome, que provoca una sensación de incomodidad continua por miedo a que a uno le descubran. 

El síndrome de los trabajadores brillantes

El síndrome del impostor se da sobre todo en personas con amplia valía profesional. Michele Obama, Howard Schultz, Neil Armstrong o Sheryl Sandberg han sido algunas de las personas que han reconocido públicamente haber padecido este sentimiento de fraude laboral.

Los expertos estiman que siete de cada diez personas declaran haberlo padecido en algún momento de su vida, y la mayoría de éstas tenía una gran valía profesional y personal.

Si crees que gustas a la gente por algo que no es real y que lo dejarás de hacer si descubren quién eres realmente, sufres este síndrome

"Muchos individuos que padecen este síndrome acaban boicoteando sus propósitos y objetivos sólo por el miedo a no ser lo suficientemente capaces de mantenerlos una vez logrados. La paradoja es que, en muchas ocasiones, acaban por crear inconscientemente aquello de lo que huyen", asegura Úrsula Calvo, presidenta de AEIMED (Asociación Española de Instructores de Meditación y Mindfulness), en 'Forbes'.

"El síndrome del impostor surge al pensar que la gente no te ve como realmente eres. Crees que gustas a la gente por algo que no es real y que lo dejarás de hacer si descubren quién eres realmente", añade Bryan Stewart, coautor del estudio previamente mencionado.

Trabaja doce horas diarias por culpa de este síndrome

Cómo superar el síndrome del impostor

Para combatir estos sentimientos negativos, los investigadores han sugerido a las personas afectadas que se apoyen en amigos y familiares que no tengan nada que ver con el trabajo, ya que así podrán ver mejor el panorama general y no caer en un bucle de pesimismo que no lleva a ninguna parte.

La citada investigación, realizada por la Universidad Brigham Young, descubrió que el síndrome impostor es demasiado común en el lugar de trabajo y también entre los estudiantes universitarios de programas de élite, es decir, entre personas inteligentes y capaces.

El síndrome del impostor se da sobre todo en personas con amplia valía profesional

El equipo de expertos halló que si estas personas hablaban de lo que sentían con sus allegados, las percepciones de fraude que tenían se reducían drásticamente. 

"Los que están fuera del grupo social parecen ser capaces de ayudar a estas personas a ver el panorama general y reenfocar sus puntos de referencia", apunta Jeff Bednar, profesor de la citada universidad y coautor del estudio.

Feliz tras saber que no es el único inteligente con este problema

"Después de buscar apoyo fuera de su grupo social, pueden comprenderse a sí mismos mejor en lugar de estar concentrados en lo que supuestamente les falta. (...) Es importante que la gente empiece a hablar naturalmente de sus fracasos y errores. Cuando creamos un foro abierto en torno a este debate, alguien que pueda sentir este síndrome podrá hablar de él sin que le acabe haciendo una mella irreversible", añade.

Como ves, lector, el síndrome del impostor es tan común como martirizador.

¿Eres una de las personas que lo sufre?

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