Se las prometían muy felices en el PSOE con la estrategia de bajo perfil diseñada: elecciones el domingo 28 de abril; o sea, primeros diez días de campaña con vacaciones de Semana Santa incluidas y, a la vuelta, martes 23 de abril, debate en Atresmedia, Vox incluido. Que los españoles vean en directo la foto de Colón: Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal contra Pedro Sánchez. De ahí directos a las urnas este domingo para "impedir el 'trifachito'" (sic).
Pero la Junta Electoral Central (JEC) se cruzó por medio impidiendo la presencia de Abascal en un debate a cinco y lo que iba a ser letal para el liderazgo de Casado se convirtió, de la noche a la mañana, en un problema... para el presidente del Gobierno; porque le obligaba a exponerse dos veces en 24 horas, es decir, aumentaba su riesgo de meter la pata.
En el PSOE suspiran aliviados porque el presidente salió vivo. Con poco se conforman, teniendo en cuenta que el 28-A, en las mesas electorales, habrá tres papeletas dispuestas a echarle
Los sondeos, todos, pronostican al PSOE una victoria holgada, pero no le garantizan el gobierno. Por eso la ausencia del líder de Vox ha sido tan contraproducente para el PSOE; su presencia habría reforzado en el electorado de izquierda, socialista y de Podemos, la idea del miedo a la derecha.
No ha habido meteduras de pata del presidente reseñables, cierto; pero no es lo mismo ver a Casado y Rivera acorralándole ante la mirada de Pablo Iglesias, que ver a Abascal, Casado y Rivera compitiendo en dureza; a ver quien "enseña más la patita", que dicen en Ferraz. La primera obligó a Sánchez a defenderse; la segunda habría hecho mucho daño al "trifachito", argumentan en Ferraz. Otra vez será.
¿Y ahora, qué?. Explican los expertos que un debate como el de ayer no lo gana nadie, que cada candidato lo hace bien o mal para su 'parroquia'. Puede ser verdad, pero creo que la 'parroquia' de Podemos amaneció este miércoles más animada después de ver a un Iglesias vencedor en las redes, aunque solo sea porque se evadió de la trifulca entre los tres presidenciables. Él no lo era y eso relaja mucho.
Poco dura la alegría en la casa del pobre: cuando por fin en el PP estaban contentos con la intervención de Casado (la segunda), va Ángel Garrido y se pasa a Ciudadanos
En el PP también se declaran "satisfechos" en la media en que Casado recuperó terreno frente a Rivera. Pero como la alegría dura poco en la casa del pobre, 24 horas le ha durado. Lo que ha tardado Ángel Garrido en anunciar su fichaje por Ciudadanos.
¿Y en el PSOE? Pues en el PSOE suspiran aliviados porque el presidente salió vivo. Con poco se conforman, teniendo en cuenta que el 28-A, en las mesas electorales, habrá tres papeletas de voto para echarle, PP, C's y Vox, y solo una y media -PSOE y un Podemos demediado en los sondeos- para que Sánchez repita. Así que atentos a otro 'domingo de pasión'.
