Formación tortuga en torno a Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, atacado desde diferentes frentes satélites del Gobierno por su gestión en las horas previas a la DANA que desató una catástrofe natural sin precedentes en el levante español en la tarde-noche del martes. Esa es la consigna en el PP, abanderada por el propio Alberto Núñez Feijóo. El líder de los populares se desplazó este jueves hasta l'Eliana, municipio valenciano que alberga el Centro de Coordinación de Emergencias, base de operaciones de los mandos desplegados, e hizo una defensa numantina de uno de sus más relevantes barones territoriales, despojándolo de toda responsabilidad en una tragedia de magnitud incalculable.
"Vamos a defender a Mazón de las críticas nauseabundas que está recibiendo", aseguran a Vozpópuli desde el equipo de Feijóo. Críticas presentes y futuras, ya que son varias las fuentes del PP con mando en plaza que vaticinan una "cacería política" contra el presidente valenciano. "La izquierda va a ir a por él", pronostica un dirigente popular en referencia a tragedias como las del Prestige, el 11-M o la polémica creada en torno a las residencias en la Comunidad de Madrid durante la pandemia. Episodios cuya traducción política aún escuece de puertas hacia adentro. Además, tanto en público como en privado, los otros 10 presidentes autonómicos del PP han cerrado filas con Mazón. "Reivindicamos que en momentos como este no haya partidismos", dicen en Génova.
No obstante, lejos de amilanarse y limitarse a defender a Mazón, Feijóo pasó al ataque y apuntó directamente al Gobierno. "Un presidente autonómico gestiona en función de la información que se recibe, y eso depende de organismos con competencia exclusiva del Gobierno central", aseguró casi en calidad de expresidente de la Xunta de Galicia, señalando la "competencia exclusiva en cauces y ríos" que tienen la AEMET y la confederación hidrográfica.
"Luego hay un organismo, donde está el Gobierno, que toma las decisiones. Se tomaron las decisiones que se iban conociendo en función de protocolos y cauces", ahondó, devolviendo el foco rápidamente a los "familiares de las personas que se han ido, rescates, infraestructuras" y aplazando el "análisis" de lo sucedido a cuando la emergencia nacional amaine. En su alocución a los medios, además, el líder del PP combinó la llamada a la unidad de todas las administraciones afectadas –el miércoles, no en vano, se abrazó con el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, durante su visita a Letur (Albacete)– con algunos jabs preventivos al costado del Pedro Sánchez.
Y es que Feijóo criticó de nuevo lo sucedido en el Congreso de los Diputados este miércoles, cuando PSOE y Sumar acordaron suspender el control al Gobierno para convocar, a continuación, un pleno extraordinario para aprobar el decretazo de RTVE como único punto del orden del día; y cargó contra el Ejecutivo por la nula comunicación establecida hasta ahora en torno a la catástrofe. "Al Gobierno le pido alguna colaboración, información no tenemos ninguna", subrayó de nuevo la nula comunicación con el Ejecutivo.
El ataque mutó a los pocos minutos, fruto de una disonancia comunicativa con el propio Mazón, que agradeció en presencia de Sánchez los "contactos" con el Gobierno "desde el principio". Tanto con la vicepresidenta, María Jesús Montero; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la titular de Defensa, Margarita Robles; la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé; como con el propio Sánchez "por WhatsApp". Este jueves, el presidente evitó el choque directo y también postergó el análisis de las responsabilidades a un futuro próximo.
Pero los ataques a Mazón desde terminales cercanas a Moncloa y desde la oposición valenciana no han cesado en las últimas 48 horas. "El Gobierno centra está haciendo oposición a la oposición y el PP nacional está cerrando filas con Page", siguen las fuentes consultadas en el ala noble de Génova. "Hay una búsqueda de intentar culpar a Mazón de los muertos cuando hay una DANA que ha arrasado con todo: no siempre hay una equivocación política", zanjan.