Los grupos que, convocados por ANC y Òmnium, se concentraban desde las nueve de la mañana ante la Consejería de Economía, en la confluencia de Rambla Cataluña con Gran Vía, corearon consignas contra la actuación de la comitiva judicial y la Guardia Civil. Los gritos de “Els carrers seran sempre nostres” se repitieron una y otra vez, mientras el suelo se iba alfombrando de folletos que rezaban “Votem per ser lliures”.
Decenas de miles de personas procedentes de toda Cataluña se habían ido concentrando durante toda la tarde en el parque de la Ciutadella, donde se encuentra el Parlament, para protestar por la querella contra Pujol. Los grupos que corearon las consignas más contundentes habían tomado posiciones ante el Parlament desde las cinco. Los gritos de “Obiols, cabró, som una nació”, “Felipe i Guerra, ataqueu la nostra terra” o“Fora les forces d’ocupació”, se repitieron una y otra vez. Una pancarta que rezaba “Som amb vos, senyor president” se había situado en el centro del lindero de vallas que cerraban los jardines ante la puerta principal.
Tras algunas cargas y empujones, la Policía Autonómica logró crear un cordón de seguridad que abarcaba un pequeño tramo de la acera situada ante la sede de las dependencias de la Consejería y el lateral de la Rambla de Cataluña, donde se encontraban tres vehículos de la Guardia Civil, que quedaron absolutamente destrozados por los manifestantes, que lanzaban cánticos a favor de la independencia y al referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional, además de cargar contra el Gobierno de Mariano Rajoy.
La hostilidad explícita contra los socialistas tuvo una primera versión al salir del edificio el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, que fue abroncado hasta que se introdujo en su coche. La diputada Anna Balletbó recibió el mismo tratamiento, a lo que replicó mandando besos y saludos a la “afición”.
La letrada del juzgado salió ya de madrugada por la azotea del edificio, a la que accedió por un muro desde donde saltó al tejado del Teatro Coliseum
Los trabajadores de la Consejería de Economía que seguían en su interior pudieron abandonar las dependencias de la administración autonómica y fueron recibidos por un pasillo creado por los voluntarios de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). La letrada del juzgado salió ya de madrugada por la azotea del edificio, a la que accedió por un muro desde donde saltó al tejado del Teatro Coliseum para poder bajar a la calle. Los agentes de la Guardia Civil salieron en sendos grupos a las 3 de la madrugada y a las 7.15 de la mañana, protegidos por los Mossos d'Esquadra antidisturbios.
Los problemas más graves se plantearon con la salida de Raimon Obiols, quien señaló previamente al director general de Seguridad que los responsables de proteger su integridad eran los Mozos de Escuadra y no el servicio de orden convergente. El cordón de militantes, que había tenido que rodear el coche de Raimon Obiols para protegerle de las iras de las 500 personas que le aguardaban, se aflojó a consecuencia de las indicaciones de Renau y dio paso a los Mozos d Escuadra, quienes tuvieron que correr muchos metros junto al coche para que éste no fuera golpeado e interceptado. "Mateu-lo, mateu-lo" y "Obiols, botifler" fueron, entre otros, los epítetos lanzados que se subrayaban con gestos obscenos.
Un año después de los registros del 20 de septiembre en dependencias de la Generalitat para detener los preparativos del referéndum, miles de personas han vuelto a concentrarse ante la sede del departamento de Economía, en la rambla de Cataluña con Gran Vía. En el acto se ha querido remarcar el carácter "pacífico y no violento" de todas las manifestaciones independentistas, y se han tenido palabras de recuerdo para Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, encarcelados desde hace más de once meses por las manifestaciones de ese día.
"Habéis actuado con civismo, a la catalana, con respeto a todos, y así es como os debéis movilizar, por una Cataluña integradora, que será fuerte por su civismo y su trabajo, no por utilizar su fuerza para la venganza, sino para lo contrario, para extender su mano a todos, en primer lugar a los de dentro de Cataluña. Dentro de Cataluña todos nos hemos de dar la mano, al margen de las ideas", señaló el presidente de la Generalitat.