Quim Torra ha destituido a Josep Rius, jefe de la oficina del presidente de la Generalitat. En su sustitución ha fichado al alcalde de Molins de Rei, el municipio de nacimiento de Oriol Junqueras, una muestra más del cerco al que está sometiendo la Crida de Carles Puigdemont a la izquierda independentista, que se ha negado por activa y por pasiva a confluir de nuevo en una lista unitaria.
Joan Ramon Casals, actual alcalde de Molins de Rei, sustituye así a Rius, según ha anunciado Elsa Artadi, consejera de Presidencia, durante la rueda de prensa del Consejo Ejecutivo del gobierno autonómico. El nacionalismo e independentismo catalán se aferra a hechos y declaraciones simbólicas, más en los últimos años, con la independencia "a tocar", como suelen repetir una y otra vez. Ahora, el hecho simbólico es que Torra pesca en el municipio de Junqueras, en prisión acusado de rebelión.
Este movimiento se produce tan solo cuatro días después de la constitución oficial de la Crida de Puigdemont, una asociación de independentistas que no está aún constituida como partido político, y que tiene el rechazo de plano de ERC.
Los independentistas liderados por Puigdemont llevan meses tras el sí de ERC, pero la negativa de los de Oriol Junqueras a sumarse al proyecto para reeditar antiguas alianzas ha crispado a los antiguos convergentes, en manos de líderes en prisión o huidos.
Rius había sido uno de los cientos de cargos cesados durante la aplicación del 155 de la Constitución, pero una vez investido Torra fue repescado de nuevo, otorgándole el mismo cargo que ha tenido hasta este martes.
El cambio ahora se produce después de tensiones y disputas entre Puigdemont y ERC. El expresidente residente ahora en Waterloo (Bélgica) había interpuesto un recurso ante el Tribunal Constitucional para señalar directamente al presidente del Parlament, el miembro de ERC Roger Torrent.
La fricción entre ERC y la Crida
Los independentistas de la Crida exigen a ERC la unidad para la Alcaldía de Barcelona, aunque tras los movimientos de Puigdemont en los tribunales, ERC respondía con sorna. El alcaldable de la formación de Oriol Junqueras, Ernest Maragall, decía el domingo: "Ahora parece que la unidad estratégica del país sólo depende de lo que pasa en Barcelona".
El día después de formarse la Crida, Maragall insistía: "No tenemos derecho a sustraer a los ciudadanos de Barcelona del derecho a elegir sobre qué entendemos por seguridad, por transporte público y por gestión económica y sobre la respuesta a dar al turismo y a la vivienda".
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