En una semana plagada de malas noticias, pésimas cabría decir, para la suerte de esta España en almoneda, hay una que ha causado especial impresión, ha provocado ese desasosiego que impulsa el miedo cuando hace causa con el terror: el asesinato en Villajoyosa, Alicante, de Maksim Kuzminov, 28 años, el capitán del ejército ruso que desertó en agosto pasado volando a Ucrania a bordo de su helicóptero de combate Mi8. Los detalles de lo ocurrido son particularmente siniestros: aunque la noticia se conoció el lunes, el cadáver fue encontrado el pasado 13 en el garaje de la urbanización donde residía en Villajoyosa (Alicante). Tras ser tiroteado, los asesinos, probablemente sicarios contratados por los servicios de inteligencia rusos como mano de obra criminal, lo atropellaron con su propio coche, que apareció quemado en el cercano El Campello. Lo ocurrido prueba que España se ha convertido en territorio sin ley en el que mafias rusas, grupos de asesinos a las órdenes del kremlin, entran y salen como Pedro por su casa sin que nadie les moleste y sin que el Gobierno de la nación se entere. Revelador del grado de postración de una España a la deriva, un Estado descuartizado y sin defensas, a merced de toda suerte de enemigos. Un caso similar hubiera provocado en cualquiera de los países vecinos la tormenta parlamentaria que merece un asunto de tan extrema gravedad, con comparecencia del presidente del Gobierno para dar explicaciones (también del responsable de los servicios secretos), atención absoluta en los medios y, naturalmente, llamada al orden del embajador ruso y su inmediata expulsión de España junto a todos los espías refugiados en su legación. La portavoz del Gobierno títere de Sánchez se limitó a decir el martes que “Hay que dejar que la Guardia Civil haga su trabajo y la investigación avance”. Y aquí paz y después gloria. El estallido del “Koldogate”, el caso de robo socialista que amenaza llevarse por delante al Caudillito Wapo que había venido para limpiar España de corrupción, ha terminado por enviar el asesinato a Kuzmínov a las zahúrdas de los temas olvidados por el paso del tiempo.
La suerte del piloto ruso el Alicante recuerda grandemente la de otra víctima de ese asesino en serie en que se ha convertido Vladimir Putin. Me refiero a Alexander Litvinenko, un antiguo miembro de los servicios de inteligencia rusos muerto en un hospital londinense en noviembre de 2006, tres semanas después de ser envenenado con polonio radiactivo mientras tomaba el té en un céntrico hotel. La investigación oficial realizada por el Gobierno británico concluyó que el asesinato fue “probablemente aprobado” por el propio Putin, tesis coincidente con la resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que consideró a Rusia "responsable" del final de un Litvinenko que, tras obtener la ciudadanía británica, había empezado a trabajar para el MI6 británico investigando los vínculos de la mafia rusa con España. Es decir, hace ya mucho tiempo que sabemos que nuestro país es tierra propicia para todo tipo de mafias rusas, además de refugio de magnates dispuestos a poner distancia con el nuevo zar. El entonces Gobierno de Gordon Brown reaccionó al asesinato anunciando en la Cámara de los Comunes la expulsión de cuatro diplomáticos de la embajada de Moscú en Londres, la suspensión de las negociaciones para facilitar los visados entre ambos países y la congelación de toda cooperación con Rusia. David Miliband, entonces ministro de Exteriores, aseguró que las medidas pretendían enviar “una clara señal al gobierno ruso sobre la seriedad del caso”. Una crisis diplomática monumental. Al Gobierno Sánchez, sin embargo, lo ocurrido en Villajoyosa le ha debido parecer un asunto muy menor, ocupado como está en bajarse las calzas hasta los zancajos para que un tal Puigdemont le asegure la poltrona cuatro años más y en viajar a Rabat a rendir pleitesía al otro amo de nuestro divino guapo. El caso ha desaparecido de los medios españoles.
Al Gobierno de Sánchez lo ocurrido en Villajoyosa le ha debido parecer un asunto muy menor, ocupado como está en bajarse las calzas hasta los zancajos para que Puigdemont le asegure la poltrona cuatro años más
El asesinato de Kuzmínov en España coincide en el tiempo con otro no menos terrible pero aún más significativo, más siniestro, más lleno de negros presagios para el futuro de las relaciones entre la Unión Europea y Rusia y, si me apuran, para la paz mundial. Me refiero a Alexey Navalny, principal opositor al dictador ruso, muerto días atrás en una cárcel de máxima seguridad cercana al círculo polar ártico donde el siniestro Putin lo tenía encerrado, en penosas condiciones, so capa de no sé qué delitos inventados. Lo que ha cambiado en los 18 años que median entre el asesinato de Litvinenko y los de Navalny y Kuzmínov es la brutalidad de los medios empleados en los últimos dos casos y, si me apuran, la obscena arrogancia con la que el sátrapa ruso ni siquiera se ha tomado la molestia (al contrario de lo ocurrido en el caso del polonio) de desmentirlos, de negar los crímenes, convencido de tener enfrente a una Unión Europea acollonada y a una España -en lo que a Kuzmínov atañe- convertida en un pobre alfeñique en el concierto internacional, un país que no se da a respetar porque ya no se respeta a sí mismo.
El miércoles supimos del “suicidio” de Andrey Morozov, un joven bloguero ruso muy popular en su país que había defendido con entusiasmo la invasión de Ucrania pero que, muy recientemente, tuvo la osadía o el gesto de honradez de publicar las pérdidas sufridas por el ejército ruso (16.000 hombres) en la captura de Avdiivka, este de Ucrania. Putin no perdona. La tragedia de Litvinenko, de Navalny, de Kuzmínov, de Morozov y de tantos otros enlaza directamente con la de Ucrania, un país víctima desde hace dos años de una guerra que está tensionando al máximo la capacidad de resistencia de Kiev ante la aparente apatía de la UE que, una vez más y ahora de forma suicida, parece ayudar con cuentagotas para tranquilizar su conciencia mientras mira hacia otro lado, en lugar de tratar de frenar en seco al oso ruso. Fracasada la ofensiva ucraniana del varano, las tropas rusas, siempre sobradas de carne de cañón, presionan ahora las líneas defensivas de un Kiev que empieza a dar señales alarmantes de falta de recursos en forma de armas y municiones, porque los envíos de material prometidos por los aliados occidentales no han llegado. El diario Le Figaro resumía este jueves el estado de la cuestión: “El cansancio se impone en la opinión pública francesa dos años después de la invasión”, mostrando el creciente pesimismo de los europeos sobre la posibilidad de una derrota rusa. “Lo más aterrador es que una parte del mundo se ha acostumbrado a la guerra en Ucrania”, declaraba días atrás el presidente ucraniano Zelensky. Nadie en el viejo continente parece darse cuenta de que el asesinato de disidentes y la invasión de Ucrania son las dos caras de una misma moneda: la del terror de un tirano al que las democracias occidentales están obligadas a hacer frente si no quieren ser víctimas ellas mismas, antes o después, del mismo drama que, pronto hará 85 años, asoló el mundo llevándose por delante cien millones de vidas.
Nadie parece darse cuenta de que el asesinato de disidentes y la invasión de Ucrania son las dos caras de una misma moneda: la del terror de un tirano al que occidente está obligado a hacer frente
La victoria de Putin en Ucrania sería una tragedia de consecuencias imprevisibles para el llamado “mundo libre”. Sin embargo, y como de costumbre, la UE parece víctima de lo que se ha dado en llamar el “síndrome Chamberlain” o la incapacidad de las democracias, empeñadas en respuestas ingenuas a desafíos letales, para hacer frente a tiranos sanguinarios dispuestos a usar la fuerza en el logro de sus objetivos. El 30 de septiembre de 1938 el primer ministro inglés regresó a Londres exhibiendo jubiloso una copia del tratado que acababa de firmar en Munich sin la presencia de la víctima, Checoslovaquia, y que, según él, aseguraba la “paz para nuestro tiempo”. La historiografía ha concluido de forma mayoritaria que la “política de apaciguamiento” no hizo sino alimentar la osadía nazi que condujo, once meses después, a la invasión de Polonia con las consecuencias conocidas. Churchill tuvo razón: “elegisteis el deshonor, y ahora tendréis la guerra”. Los paralelismos entre aquel drama colectivo y la situación de una Ucrania convertida en nueva versión de la “Sudetenkrise”, no pueden ser más evidentes a la par que aterradores. Víctima de su dependencia militar de Estados Unidos, de su dependencia energética de los países del Golfo y de su dependencia comercial de China, una UE que probablemente atraviesa uno de los peores momentos de su historia, carente de ideas y, sobre todo, de liderazgos, se empeña en seguir jugando con fuego.
¿Cómo explicar que Rusia, con un PIB inferior al italiano y solo ligeramente superior al español, esté dispuesta a soportar un conflicto de larga duración en Ucrania, país que cuenta con el aparente respaldo de una UE infinitamente más potente en términos económicos, tecnológicos e incluso demográficos, además de militares? Porque el tirano, que ha hecho mangas y capirotes con las sanciones a Moscú, conoce a la perfección las contradicciones internas de su oponente (a punto de iniciarse el tercer año de guerra, Bruselas sigue sin saber qué hacer con los 300.000 millones de euros de activos rusos congelados tras la invasión), sus debilidades y la cobardía congénita de sus líderes, a no pocos de los cuales tendrá seguramente comprados. Todo eso más el miedo, muy humano desde luego, a que el tirano pueda llegar a utilizar el arma nuclear en caso de derrota. Voces muy autorizadas están dando la voz de alarma. Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, se manifestaba contundente esta semana: “Una derrota de Ucrania no puede ser una opción. Todos entendemos muy bien cuáles serán las consecuencias devastadoras para Europa y los valores que representamos. Y para el mundo. Por eso es crucial actuar”. La respuesta de Bruselas tanto al asesinato de Navalny como a la crítica situación por la que atraviesan las fuerzas ucranianas, no ha podido ser, de momento, más decepcionante: otra ronda de tímidas sanciones económicas que, como hemos visto, no conducen a nada sino quizá a envalentonar todavía más al dictador ruso.
El proyecto europeo se enfrenta seguramente a la prueba más importante de su corta historia, obligado a vérselas con un monstruo que amenaza con ampliar geográficamente el conflicto
El proyecto europeo se enfrenta seguramente a la prueba más importante de su corta historia, obligado a vérselas con un monstruo que amenaza con ampliar geográficamente el conflicto y con usar el arma nuclear si falta hiciera. Razón por la cual si el viejo continente quiere seguir siendo la tierra de promisión y libertad que ha sido, probablemente no tendrá más remedio que bajar al barro de esa confrontación y arremangarse y disponerse a sufrir. “Las élites europeas son muy culpables porque han dado la espalda a los crímenes masivos cometidos por el régimen de Putin desde 2014 pensando que quizá podrían convivir con él”, asegura el académico, escritor y editor francés Nicolas Tenzer (autor, entre otros, de “Notre Guerre”). “Unas élites que, en la tradición aroniana, se niegan a distinguir entre intereses y valores y que no han visto que detrás del enfoque neoimperial de Putin hay algo más profundo vinculado a la lógica del crimen por el crimen, la lógica criminal de un Putin que amenaza los cimientos del sistema internacional creado después de Nuremberg”. Para Tenzer, como para muchos otros, el estallido de un conflicto directo con Rusia dentro de unos años es algo más que una posibilidad si ahora no se pone freno al tirano. Por eso Europa debe reactivar urgentemente su industria de defensa, más aún en la disyuntiva de un éxito electoral de Donald Trump que hiciera realidad el espectro de la retirada estadounidense de Europa, del brazo de algún tipo de compromiso con Putin.
Como esta semana escribía Olga Chyzh en The Guardian, “a solo unas semanas de las elecciones trucadas que resultarán en la reelección de Putin para un quinto mandato como presidente ruso, la muerte de Navalny presagia un futuro sombrío para Rusia, para Ucrania y para el resto del mundo. Su triunfo no es sólo una tragedia para Rusia; es una señal escalofriante para los defensores de la democracia liberal en el resto del globo”. España no solo no es un espectador neutral en este drama, como ha puesto de manifiesto el asesinato del piloto Kuzmínov en Villajoyosa, sino que es el eslabón más débil de la cadena europea, totalmente infiltrada como está por unos servicios secretos rusos cuyas conexiones con el separatismo catalán están más que demostradas. Tan cerca como este viernes, la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) gala denunciaba los nuevos métodos operativos de la inteligencia rusa destinados a amplificar las “fracturas internas en la sociedad francesa”. ¿Sabe algo el Gobierno de las actividades de los servicios secretos rusos en España? ¿Lo sabe el CNI? Pocas veces en la historia se habrá podido visualizar una tragedia como la nuestra, la de una nación enfrentada a sus enemigos internos –el único país del mundo cuyo Gobierno trabaja activamente en contra de los intereses mayoritarios de sus ciudadanos- y externos, totalmente al pairo, desguarnecida, indefensa ante cualquier tipo de tropelía que decida cometer no ya el dictador ruso sino el sultán de Rabat a quien nuestro Caudillito Wapo rinde pleitesía. No sería descabellado imaginarlo maquinando algún retiro dorado al lado de Mohamed en Marruecos o en el propio Gabón, junto a la fastuosa villa del rey moro, al estilo de aquel Bettino Craxi que salió por pies de Italia para refugiarse en Túnez. Nos libraríamos así de su obscena presencia, aunque nadie podría luego librarnos de la íntima, desoladora, vergüenza de haber consentido cual corderos todas y cada una de las tropelías cometidas por el personaje.
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Farragut
Un artículo certero y completo. La falta de liderazgo, resolucion y firmeza frente a Putin es una tragedia. La quinta columna rusa de la desestabilización de los miembros de la CE no tiene freno y en EEUU tienen que escoger presidente entre un anciano con la facultades mentales perdidas y un corrupto histriónico al que Rusia tiene más que tomada la medida y cuyo partido tiene paralizados 60.000 MM de dólares en ayuda militar para Ucrania, país mártir. En España, el felón está en manos de Marruecos y de Pugdemont, rehén de Purin puede salir mal?
Dudandomucho
El final del artículo es demoledor. España es ya la nada más absoluta.
moncho100
Parece que nadie se pregunta el porqué de esta guerra ni los motivos de Rusia ni lo que pasa desde 2014.
Urenga
Esperando ansioso el despliegue de los hijos de putin asignados a los comentarios en VP.
Norne Gaest
La guerra en Ucrania se está perdiendo porque ni Europa ni Estados Unidos han ayudado a fondo a aquel país, solo a defenderse. Putin y secuaces ya se han encargado de ir advirtiendo a Occidente con sus armas nucleares. Ademas, no ha dejado de rearmarse en este sentido. En esta dinámica bélica, Europa no solo debería aumentar su presupuesto de defensa, sino mejorar su armamento nuclear, pues solo el de los Estados Unidos es disuasivo. Puede parecer locura, pero es el único lenguaje que entienden los tiranos. El asesino Putin tiene el apoyo o sostén de China y otros países y Occidente ya no es tan decisivo. Además, sometido completamente su país, no le importa, como pasó con Hitler, sacrificar a su pueblo en sus delirios imperialistas. Morirá matando. En cuanto a España ¿que puede hacerse cuando los españoles votan estúpidamente pase lo que pase? Lo hemos visto en Galicia: la pérdida de votos del PSOE se ha traspasado a los nazionalistas del BNG, aún peores si tal cosa es posible. Se renunció a la batalla cultural desde la Transición y esto es lo que tenemos: la educación, las universidades, las televisiones, los periodistas y el electorado colonizados por el consenso progre correcto. Ese del que se ríe Putin y el islam, al que tampoco contenemos en las fronteras (un coladero de inmigración legal e ilegal) ni le prestamos atención. Lo pagaremos.
vallecas
Que asura de columna D. Jesús, que arrollamiento de palabras lanzadas con una ametralladora. Es un error poner en la misma frase a Kuzminov y a Navalny/Litvinenko. No TODO vale, hay que informarse más. Kuzminov fue un "traidor" que no solo entregó un helicóptero de combate sino que 2 soldados rusos murieron por su culpa (éstos no quisieron desertar) Miles de personas se están manifestando en Rusia por Navalny, por Kuzminov nadie, 0 personas. Pregunta como Rusia puede seguir manteniendo la guerra. Muy fácil, porque Rusia ataca, pero no es atacada. Quizás no pueda ganar la guerra pero la podrá mantener indefinidamente con un "puñado" de soldados. Por favor, un poco de calma, estudio y análisis.
Variopinto
Al menos aquel Chamberlain les llegó a enseñar un documento (papel mojado, ya entonces) a sus representados nacionales. Tres días después, los ciudadanos españoles con el gobierno progresista más transparente de la historia todavía no sabemos cual era la urgencia del rey moro para reunirse con Antonio el arrodillado. Una idea. Quien pretenda ser alternativa real a esta pantomima progresista con mordidas koldo-abalinas, debería empezar a informarse de la situación internacional ya. Y luego, explicarnos en alto sus propuesta. No ya solo por las elecciones supranacionales que quedan por ser convocadas, sino para que los representados empecemos a tener claro donde se nos quiere llevar y para hacer qué. Es superchuli ser el presidente de una Internacional Socialista de pacotilla que sólo sirve para dar mítines (el "sea quien sea, y caiga quien caiga" de ayer), como debe serlo el hacerse un viajecito para ir a una convencion americana a reformular citas de otros referentes internacionales que se declaran liberales. Para soltar soflamas vale cualquiera. Pero igual no es eso, exactamente, lo que necesitamos los representados de este país.
Talleyrand
Ojala fuera todo claro en este mundo distopico nunca imaginado por el ya olvidado Fukuyama. No es el fin de la historia sino el bucle infinito del poder. Cuando cayo el muro de Berlin, la Perestroika significo el colapso de la URSS parecía que solo había un ganador. Era falso. Ahora el mundo es mas multipolar que nunca. La Otan inicio una etapa de expansionismo dejando fuera a Rusia. El poder en esa Rusia fue dando bandazos hasta acabar en las garras de antiguos KGB y el FSB. Putin es ya su jefe mas visible pero hay mas , muchos mas detrás. El poder sigue en manos de los de siempre tras la revolución. El aparato y el nuevo Zar. Como dice J. Borrell Rusia es ya un cuartel con una enorme gasolinera dentro. Las materias primas, ya en manos de esa mafia son el combustible de la nueva Rusia. El resto es represión como la que hemos visto de Navalny. Lo del ucraniano es un ajuste de cuentas, similar pero menos vistoso al de Kashogui ordenado por Ben Salman, del que por cierto nadie lleva a la Haya ni a ningún tribunal. Tiene petroleo, mucho petroleo y teoricamente es de los nuestros aunque financie el yihadismo por el Europa. China es el otro actor en el lejano este. Cada dia mas potente, con mas conocimientos y superando en algunos desarrollos a occidente como el caso de los misiles hipersonicos. El autodenominado mundo libre es Europa con Norteamerica, Japón y zonas dispersas de Sudamerica y Asia. Ahora demasiado preocupado en la intoxicación woke, el #metoo , el cambio climatico y los sexos fluidos, mucho mas que definir su papel en este nuevo mundo. El mundo libre es ya la Gala de los Goya. La guerra de Ucrania es una guerra de fronteras para definir limites de bloques. Recuerda a 1984 y a Orwell. Rusia no puede renunciar jamas a ella sin perder sus raíces con Pedro el Grande y Catalina la zarina alemana, la conquistadora de Crimea a los turcos , y occidente la ha convertido en una punta de lanza hacia el este. Para Rusia Crimea tendría el mismo efecto que Carollina del Sur para los USA: Ese avispero hemos dinamitado con alegría. En el otro lado esta Taiwan, la espina clavada en la china continental comunista y capitalista a la vez aunque ese concepto sea antagónico para los occidentales. China ha vuelto al tablero con fuerza y se sigue acordando de las guerras del opio causadas por los mismos occidentales. Mundo multipolar en el que nos ha tocado caer en occidente, en clara decadencia que ya mostró sus cartas huyendo de Agfanistán y dejando colgados a sus aliados, como dejó Iraq tras revolverlo y ha renunciado a ser potencia dejando sitio para los otros en Africa por ejemplo. España es importante en un mundo donde la geopolitica ha vuelto. En el gran juego los estrechos son piezas codiciadas y Gibraltar esta ahí con ingleses incluidos y Mohamet detrás jugando a ser vasallo fiel de los USA y pinzando a los débiles gobiernos españoles. Hasta los huties que son cuatro gatos están fastidiando el comercio mundial en el Canal de Suez sin que nadie los pare. Crisis interna (en España) y crisis global en el mundo con Europa en manos de los asalariados de Soros y su Open Society buscando su distopico gobierno "mundial" y la IA en desarrollo hiperacelerado que nadie sabe donde llegara pero todos confirman que lo cambiara todo. Nos creíamos que la historia estaba terminada? Que ilusos! Esto solo acaba de empezar. y esta vez es global.
camposgoticos
Yo a lo mío. Los agricultores españoles en huelga y la prensa mirando para otro lado. Los agricultores son el único ejercito dispuesto a combatir lo woke que es la ideología mas corrupta que el capitalismo invento. Es el caballo de Troya que destruirá el "poder" europeo hasta dejarlo a la altura del barro, Es un ejercito de los "últimos de Filipinas" dispuesto a morir en esa España vacía y vaciada llena de viejos que mueren como chinches sin que el ESTADO DE BIENESTAR les proporcione Sanidad, Educación..y Dignidad. !!ARRIBA EL CAMPO!!! luchemos por el y por nosotros los borregos del poder.
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sr jesus , solo queda llorar sobre la leche derramada " , ( ucraina -rusia ) , usted sabe igual que yo que la primera reflexion que uno tiene que hacerse en la vida es ," sere capaz de ir mas alla de donde sera capaz de ir mi enemigo ? " , si la respuesta es NO , entoces hay que evitar a toda costa el " problema " .
Hispanicus
Está claro que a Cacho esto de la geopolítica le viene algo grande, que no es John Mearsheimer, vamos; lo suyo, lo que domina es más el patio de corrala interno.
Leonidas
Venga Cacho, coge el fusil y Vete para ucrania. A mí no se me ha perdido nada allí. Se olvida de los miles de muertos que Ucrania causó a sus propios ciudadanos, y de los que nadie dijo nada, en un golpe de estado propiciado por los mismos que están intentando una gran guerra, eso sí, fuera de su territorio. Pero vamos que ahora un traidor que dejó que asesinaran a sus compañeros, nos parezca que debería pasear por España con los miles de euros que cobró, es alucinante. Y ya que hablamos de espías, podíamos mirar a nuestro 11 M y aclarar que estado estuvo detrás para que ahora el socialismo le entregue todo. La verdad se abrirá camino. El peligro está al Sur, no al norte
Ventr1l0cu0
Las divisiones rusas han arrasado Ucrania en dos días y, si el mundo libre no le plantamos cara con más divisiones aun, en una semana estarán en Berlín y en París y en otra semana más en Madrid. Es nuestra decisión continuar siendo un mundo libre o pasar a ser satélites de la Rusia comunis... digo capitalis... bueno, lo que sea.
-Munna
Mientras los ucranianos mueren como conejos, los Chamberlain de la vida se forran. Véanse las declaraciones de la señora Nuland, "fuck UE" en las que dice que todo el dinero destinado a ayudar a Ucrania, debe ir a USA para pagar el armamento que graciosamente les proporcionan para defenderse. Es el mismo escenario de siempre, los dos viejos leones peleando entre ellos y los ucranianos pagando con sus vidas. Lo siguiente es que Ucrania entre en la OTAN y el incendio puede llevarnos a todos por delante y sí, Putin es un gran hijo de lo que su nombre indica y qué?
Casandro
Hacer un análisis geoestratégico con la visión de una película de indios y vaqueros no es un buen negocio. Que Ucrania pierda la guerra y llegue a un acuerdo cuanto antes con Rusia es lo mejor que le puede pasar a Europa que está pagando su estupidez al no haber evitado la guerra manteniendo los acuerdos de Minsk. Lo mejor para Ucrania hubiera sido mantenerse neutral como punto de enlace entre Rusia y Europa, pero eso es algo que no interesa los Anglos que aprovecharon el odio y la corrupción ucraniana para chinchar hasta la muerte del último ucraniano y el expolio de la ruqueza y tierras de Ucrania que ya son de Blackrock, No podemos ser tan ingenuos, Rusia debe ganar la guerra una vez que Europa metió la pata hasta el corvejón, porque lo contreario significa una guerra mundial probablemente nuclear, que como siempre se desarrollará en Europa. Al día siguiente de comenzar la guerra hice el mismo comentario, Rusia no puede perder la guerra, la economía mundial se dividirá en tres zonas de negocio, los productos rusos se seguirán vendiendo con intermediarios y eeuu se quedará con Ucrania y Rusia con la cuenca del Donest. No le equivoqué en nada, todo transcurre según lo previsto. Acuerdo de paz frustrado por EEUU e Inglaterra al inicio del conflicto, prolongación de la guerra hasta la quiebra o implicación humana de Europa, guerra mundial en Europa, para que todo quede igual, el mundo económico y politico dividido en tres para que EEUU e Inglaterra sean los dueños de Europa y la.mantengan sometida, como en la I y II guerra mundial. No se que afán lleva a algunos europeos a desear derrotar a Rusia cuando debería ser su aliado para poner a EEUU, precursor de todas las guerras, en sitio. Los europeos están haciendo el indio y al final de la peli perderán, que se lo pregunten a Alemania.
Incandescente
Y el diletantísmo se hizo artículo. Cuándo escribes sobre lis entresijos del mundo financiero se nota que tienes información, cuando hablas sobre Rusia/Ucrania se nota que no pasas de los titulares y las consignas(procesadas) , lo siento, te aprecio, pero es así. Vamos por partes: Maksim Kuzminov, es un traidor y desertor que desde un punto de vista ruso se lo merece. Que España está degenerada e inerme es otro asunto no del todo ajeno en términos históricos y políticos, en el cual los enemigos de Rusia (USA y R. U.) tienen bastante que ver desde la transición. Nosotros deberíamos compartir enemistad y eso nos debería posicionar de la manera más beneficiosa para nuestros intereses, pero me da que es en este momento imposible, por eso me parece bien una derrota, no de Ucrania, estos sólo ponen la carne de cañón, de la OTAN (USA y R. U.). Alexander Litvinenko, otro traidor, me hace gracia que hables de que España no es respetada en el interior y no se respeta ni a sí misma… Los rusos SÍ. Nosotros en cambio tenemos un gobierno traidor, una Monarquía traidora (especialmente el emérito, causa importante de lo dicho previamente), una “oposición“que quiere insultar a un traidor separatista y un pueblo degenerado por los anteriores y sus “put@s”, los periodistas. Alexey Navalny, a día de hoy no significaba nada en términos políticos, no gana nada Putin con su muerte y por lo tanto habrá que preguntarse a quien beneficia… Andrey Morozov, desconozco tanto como tú al personaje y sus circunstancias “ La tragedia de Litvinenko, de Navalny, de Kuzmínov, de Morozov y de tantos otros enlaza directamente con la de Ucrania, un país víctima desde hace dos año… “ Esto son conclusiones “periodisticas” fruto del diletantismo propio de la profesión, mezclemos asuntos mínimamente conexos y saquemos nuestras conclusiones. Cierto, Ucrania es víctima, pero su causante directo no es Putin, Rusia no tenía otra opción. Rusia se vio en el papel de USA con los misiles en Cuba, igual. El pueblo ucraniano es víctima porque está poniendo los muertos que no ponen USA, R. U y resto de la OTAN. El pueblo ucraniano es víctima de su cleptocracia, siendo la guerra el mejor momento para robar. Y la sociedad occidental es víctima de la absoluta propaganda (llevo tiempo denunciándolo) y no saben como salir de las mentiras y la “derrota rusa”, que hoy tras la derrota estrepitosa de Avdíivka tienen que preparar un plan de contingencia propagandístico, porque saben que las tropas occidentales no aguantarían lo que las ucranianas (los mejores soldados sin duda alguna), ni tampoco las rusas. La decadencia se paga. “¿Cómo explicar que Rusia, con un PIB inferior al italiano y solo ligeramente superior al español, esté dispuesta a soportar un conflicto de larga duración en Ucrania, país que cuenta con el aparente respaldo de una UE infinitamente más potente en términos económicos, tecnológicos e incluso demográficos, además de militares? Porque el tirano, que ha hecho mangas y capirotes con las sanciones a Moscú, conoce a la perfección las contradicciones internas de su oponente” Se puede ser más patético e incongruente… Es difícil. Para terminar, el papel de Chamberlain estaba preparado para un dirigente ruso, alguien que firmara la “paz useña” a cambio de la eliminación de la soberanía rusa, pero les salió un líder (que no es mi líder, ni lo quiero, yo soy SÓLO español) que fue un Churchill o si quieren Ho Chi Minh… Los enemigos de mis enemigos son mis amigos.
Boswell
En general, de acuerdo, Jesús. O no. No se puede comparar un desertor que asesina a sangre fría a dos compañeros, obtiene una gran recompensa, y se viene a España a vivir una vida de vino y rosas (alcohol, drogas, mujeres) mientras sus compatriotas mueren en una trinchera, con dos opositores políticos. Un soldado tiene derecho a desertar, claro. Pero no a costa de la vida de dos jóvenes compatriotas. Es algo repugnante. Mal empezamos la columna de hoy, Jesús. Creo que a usted se le da mejor explicar los entresijos de la corrupta Política y Economía española que la Geoestrategia.
Incandescente
Y el diletantismo se hizo artículo. Cuándo escribes sobre lis entresijos del mundo financiero se nota que tienes información, cuando hablas sobre Rusia/Ucrania se nota que no pasas de los titulares y las consignas(procesadas) , lo siento, te aprecio, pero es así. Vamos por partes: Maksim Kuzminov, es un traidor y desertor que desde un punto de vista ruso se lo merece. Que España está degenerada e inerme es otro asunto no del todo ajeno en términos históricos y políticos, en el cual los enemigos de Rusia (USA y R. U.) tienen bastante que ver desde la transición. Nosotros deberíamos compartir enemistad y eso nos debería posicionar de la manera más beneficiosa para nuestros intereses, pero me da que es en este momento imposible, por eso me parece bien una derrota, no de Ucrania, estos sólo ponen la carne de cañón, de la OTAN (USA y R. U.). Alexander Litvinenko, otro traidor, me hace gracia que hables de que España no es respetada en el interior y no se respeta ni a sí misma… Los rusos SÍ. Nosotros en cambio tenemos un gobierno traidor, una Monarquía traidora (especialmente el emérito, causa importante de lo dicho previamente), una “oposición“que quiere insultar a un traidor separatista y un pueblo degenerado por los anteriores y sus meretrices, los periodistas. Alexey Navalny, a día de hoy no significaba nada en términos políticos, no gana nada Putin con su muerte y por lo tanto habrá que preguntarse a quién beneficia… Andrey Morozov, desconozco tanto como tú al personaje y sus circunstancias “ La tragedia de Litvinenko, de Navalny, de Kuzmínov, de Morozov y de tantos otros enlaza directamente con la de Ucrania, un país víctima desde hace dos año… “ Esto son conclusiones “periodisticas” fruto del diletantismo propio de la profesión, mezclemos asuntos mínimamente conexos y saquemos nuestras conclusiones. Cierto, Ucrania es víctima, pero su causante directo no es Putin, Rusia no tenía otra opción. Rusia se vio en el papel de USA con los misiles en Cuba, igual. El pueblo ucraniano es víctima porque está poniendo los muertos que no ponen USA, R. U y resto de la OTAN. El pueblo ucraniano es víctima de su cleptocracia, siendo la guerra el mejor momento para robar. Y la sociedad occidental es víctima de la absoluta propaganda (llevo tiempo denunciándolo) y no saben como salir de las mentiras y la “derrota rusa”, que hoy tras la derrota estrepitosa de Avdíivka tienen que preparar un plan de contingencia propagandístico, porque saben que las tropas occidentales no aguantarían lo que las ucranianas (los mejores soldados sin duda alguna), ni tampoco las rusas. La decadencia se paga. “¿Cómo explicar que Rusia, con un PIB inferior al italiano y solo ligeramente superior al español, esté dispuesta a soportar un conflicto de larga duración en Ucrania, país que cuenta con el aparente respaldo de una UE infinitamente más potente en términos económicos, tecnológicos e incluso demográficos, además de militares? Porque el tirano, que ha hecho mangas y capirotes con las sanciones a Moscú, conoce a la perfección las contradicciones internas de su oponente” Se puede ser más patético e incongruente… Es difícil. Para terminar, el papel de Chamberlain estaba preparado para un dirigente ruso, alguien que firmara la “paz useña” a cambio de la eliminación de la soberanía rusa, pero les salió un líder (que no es mi líder, ni lo quiero, yo soy SÓLO español) que fue un Churchill o si quieren Ho Chi Minh… Los enemigos de mis enemigos son mis amigos.
Boswell
Pasa que en Occidente queremos exportar nuestra supuesta impecable y prefecta Democracia a otros países. Tenemos esa manía. Países gigantescos como Rusia y China, con muchas etnias y religiones, distancias inabarcables, pero países nucleares. Se imaginan una China (O Rusia) dividida en múltiples estados con acceso a la fuerza nuclear? Sería el fin del Mundo. Ejemplos recientes del fracaso de la "exportación de la Democracia occidental", como si fueran naranjas o aguacates: Irak, Libia, Afganistán y tantos otros. Y todo con un coste inimaginable de vidas, un coste económico insoportable, para mayor gloria y beneficio de la Industria de Defensa, que junto con la Farmacéutica (COVID) y la de Energía, son las que de verdad mandan en el Mundo, el verdadero Deep State. El único que se ha opuesto a ese Deep State es Donald Trump, y lo echaron con trampas electorales, y dudo que vuelva a ser Presidente. Algo se inventarán, como el 11 M, el Deep State de nuevo.
Boswell
Como ya ha escrito alguien, esto no es una película de buenos (vaqueros) y malos (indios). En blanco y negro, crecimos pensando que los indios eran los malos. La "Leyenda Blanca calvinista", que se inventó la "La Leyenda Negra católica", España. Yo amo a Rusia gracias a Tolstoi, uno de mis cinco escritores favoritos. Nunca he estado en Rusia, y nunca estaré, porque me da pereza viajar y hacer la maleta. Y las rusas no están en mi biotipo favorito. Las prefiero hispanas, morenas y bien arrechas. Sobre todo arrechas. Lo demás me importa menos. (No entiendo la obsesión por los viajes, cuando el mejor viaje es el interior. Encima no tienes que hacer la maleta y es gratis. Los viajes por placer, otra cosa es por trabajo, me desazonan. Todo son incomodidades e imprevistos. Sustos). No me gusta Putin. Pero yo a un desertor que mata a traición y a sangre fría por puro beneficio personal a dos jóvenes compatriotas, también le hubiera mandado a matar. Michael Corleone. Desconozco la Geoestrategia, que me parece más complicada que la Física cuántica (Edward Witten, el Baldemore de la Física teórica. Todos le tienen miedo, debido a su inteligencia). Pero sí sé, apreciado Jesús Cacho, que nos deja escribir aquí, que no sólo existen blancos y negros (vaqueros e indios), sino una infinita gama de grises. Por cierto. Donald Trump, ese hombre tan incomprendido debido a su pelo, que por lo visto es de verdad, dijo que, de ser de nuevo Presidente, acabaría con la guerra Ucrania/Rusia en 24 H. Yo le creo. Pero no le dejarán, ay. Demasiados intereses (dinero) creados...