Opinión

Sánchez y la "plurinacionalidad" de quita y pon

Pedro Sánchez quiere tiempo, lo necesita. Después del oropel de la formación de Gobierno, muy bien salvo alguna cosa, que diría Mariano Rajoy hablando del exministro Màxim Huerta, el hoy presidente

  • Pedro Sánchez y Quim Torra en la Moncloa

Pedro Sánchez quiere tiempo, lo necesita. Después del oropel de la formación de Gobierno, muy bien salvo alguna cosa, que diría Mariano Rajoy hablando del exministro Màxim Huerta, el hoy presidente del Gobierno sabe que el conflicto catalán requiere mucho de eso: tiempo. No se va a desencallar ni en un año ni en dos, ni, probablemente, en un lustro. Algún optimista cree que en una generación.

Al líder socialista le ha caído el Gobierno entre las manos porque su antecesor no supo manejar eso, el tiempo (cuando llega el final, ninguno sabe), y no quiere que le ocurra lo mismo. Por eso necesita poner ya encima de la mesa la agenda social en la que tan bien se mueve el PSOE: pensiones, dependencia, más becas -se acaban de incrementar en cien euros para estudiantes con pocos recursos-... Cualquier cosa, con tal de quitar al PP y a Ciudadanos la bandera; mejor dicho, las banderas, la rojigualda y la senyera cuatribarrada catalana.

Su interlocutor, Quim Torra, también lo necesita. La herida nacionalista dará votos durante años, pero no hace falta ser un lince para concluir que el presidente de la Generalitat y los suyos contra Mariano vivían mejor y ahora -ayer mismo- empiezan las contradicciones. Es justo ese sector de la sociedad catalana hiperventilado que ve traiciones a cada vuelta de la esquina, que confunde principios con objetivos inmediatos y que empieza a mirar de reojo a Torra por mucho que Carles Puigdemont les susurre "que sí, que es de los nuestros".

Oriol Junqueras, todavía líder de ERC en el imaginario republicano, siete meses preso preventivo, ya no es de los suyos. No es hiperventilado. Nunca lo fue. "La unilateralidad es el camino más rápido para volver al autonomismo", dicen que ha dicho desde la cárcel. Me lo creo. Sin estar en Alemania o Bélgica, como Puigdemont y otros huidos, se ha dado cuenta de que en esta Europa de los Estados con cada vez más miedo a todo -a los inmigrantes, al crack económico y a la ruptura de fronteras- no es momento de sacar el debate de la autodeterminación.

Por todo eso, y más, el tiempo juega a favor de Sánchez... Y de Torra. Que hay que desempolvar en sus conversaciones esa "plurinacionalidad" a lomos de la cual regresó a la Secretaría General del PSOE y desde el referéndum del 1-O nunca más se supo, se desempolva para vestir el muñeco... Eso y nada es lo mismo porque en esta legislatura no habrá reforma constitucional. Pregunten al PP y a Ciudadanos

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