Mémesis

Cuando quieres vender espejos por Internet pero no quieres salir en la foto

Intentar hacer una foto a un espejo sin salir en él puede llegar a ser una empresa complicada si no sabes encontrar el ángulo. Una cuenta de Instagram recopila los retratos mas divertidos e hilarantes de gente que no sabe cómo desaparecer de su propio anuncio o que busca los recursos más extravagantes para no convertirse en protagonista.

  • Las maravillosas fotos de gente que vende espejos y no quiere salir en la foto

Eric Oglander es un artista de Nueva York que lleva un par de años recopilando y coleccionando fotos de gente que vende espejos en Internet. Su obsesión es encontrar el ángulo insólito, la anécdota o incluso la fotografía más artística que puedas llegar a imaginar.  

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La colección es maravillosa y algo enfermiza. Eric tiene casi 800 fotografías en Instagram cazadas en Ebay, Craigslist y otras tiendas online donde la gente vende sus espejos de segunda mano utilizando fotos hechas por ellos mismos. Fotos de una calidad cuestionable que algunas veces cuentan realidades fragmentadas muy interesantes. Los espejos venden parte de la vida de sus dueños.

Algunas de las imágenes pueden llegar a ser surrealistas, impactante o incluso extremadamente originales. Auténticas maravillas que podrían pasar por ser la obra de un fotógrafo de moda, evocando al mejor Magritte.

Old one

Una publicación compartida de Eric Oglander (@craigslist_mirrors) el Dic 13, 2017 at 4:30 PST

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Pero enseguida te das cuenta que la colección es un filón de humor escondido. La falta de pericia de los vendedores, el vouyerismo, el despiste o la casualidad nos regalan imágenes brillantes.

—Vendo espejo barato 

—Eso es un marco de chimenea 

—No, es un espejo

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No sé cuanto mide, aproximadamente tres cuartos de hija (sin zapatillas):

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Pero hay un tipo de vendedor que ha vuelto loco a muchos de sus 25.000 seguidores. Ese personaje esquivo que no quiere salir de ninguna manera en la foto de su espejo y se inventa el recurso más inverosímil para escapar a la reflexión de la luz. Como si su retrato fuera a estropear un auténtico anuncio de agencia. Fotografías que acaban por convertirse en situaciones absolutamente ridículas.

Vendiendo espejos

La privacidad es un bien demasiado valioso hoy en día como para meter la pata con un simple anuncio. Una servilleta de papel te puede ahorrar muchos disgustos.

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O lo que tengas más a mano:

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—Me ha costado un buen rato pillar el ángulo pero lo he conseguido, ya no salgo reflejada en el maldito espejo y nadie me va a reconocer:

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Al final hay algo siempre que te delata:

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Una cuenta de Twitter se ha dedicado recientemente a recopilar las fotos del estilo de Eric en un hilo que ha acabado con más de 70.000 retuits. Aquí también se señalan los egos y vanidades de los que aprovechan el momento para regalar un selfie al posible cliente.

https://twitter.com/SilviuMajor/status/976415235484672000?ref_src=twsrc%5Etfw

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Cuando vendes un espejo no solo vendes su material también vendes algo de su reflejo. Si un espejo no refleja, no funciona y si refleja demasiado puede contar más cosas de ti de las que probablemente desees. ¿O quizás no?

your pajamas. they are translucent

Una publicación compartida de Eric Oglander (@craigslist_mirrors) el Nov 15, 2014 at 12:02 PST

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Cuando pasas de complicarte la vida o has dado por perdida tu capacidad para escapar del ángulo de reflexión lo mejor es tirar de Paint y olvidar la calidad final del anuncio.

https://twitter.com/charlescodyc/status/976834038622277632?ref_src=twsrc%5Etfw

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¡Pero ojo! ¿Cómo sabemos que el espejo no está roto? No hay problema, basta con poner un pequeño aviso.

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El proyectode Eric, además de regalarnos unas cuantas risas, se ha convertido en un libro muy chulo que podéis adquirir aquí.

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