La denominación Countryman se encuentra firmemente afianzada en la tradición de la marca británica. Ya en la década de 1960 hubo una variante especialmente versátil del Mini clásico con este nombre. El Austin Seven Countryman poseía, al igual que el Morris Mini-Traveller de diseño idéntico, un interior del vehículo con un uso especialmente versátil. Y esta nueva generación apuesta firmemente por ello.
A simple vista puede parecer que se trata del mismo Countryman que nació en 2010 simplemente actualizado, pero la realidad es otra bien diferente. El Countryman 2017 es un modelo completamente nuevo, que mantiene la esencia del diseño original pero que, de entrada, crece nada menos que 20 centímetros para subirse ya casi a la categoría de SUV Premium de tamaño compacto. Es, ahora, una alternativa calara a modelos como el Audi Q3 o el propio BMW X1. También es 3 centímetros más ancho y la distancia entre ejes crece en casi 8 centímetros, dotando así al nuevo Countryman de un interior mucho más amplio y confortable, uno de los grandes avances de esta nueva generación.
Es por todo ello más práctico que el modelo anterior, y además de más espacio para los pasajeros tiene 100 litros más de maletero, alcanzando los 450. Además hay huecos portaobjetos más grandes y nuevos detalles de equipamiento opcionales. Las plazas traseras se pueden desplazar longitudinalmente en 13 centímetros y el respaldo abatible del asiento trasero se puede dividir en relación de 40/20/40, además de poder modificar la inclinación para conseguir mayor comodidad para los asientos y más espacio de almacenamiento en la zaga.
Como equipamiento opcional se encuentra disponible ahora el accionamiento eléctrico del portón trasero. Este permite la apertura y el cierre del portón sin contacto junto con el acceso confort. El paquete de compartimentos opcional incluye, junto a un piso del maletero variable, argollas de amarre y cintas tensoras y, entre otros, un suplemento de acero inoxidable en el borde de carga, una opción que consiste en una superficie de apoyo flexible extraíble del maletero que ofrece asiento para dos personas.
La nueva generación del Countryman llega en su lanzamiento se encuentran disponibles dos motores de gasolina y diésel de última generación con TwinPower Turbo, respectivamente. El Mini Cooper Countryman monta un motor de gasolina de 3 cilindros, 1.499 cm3 de cilindrada y 136 CV de potencia. El Cooper S monta un motor de gasolina de 4 cilindros, 1.998 cm3 de cilindrada y 192 CV. En diésel, Cooper D monta un 4 cilindros de dos litros de cilindrada y 150 CV, dejando como versión más potente al Cooper SD, con el mismo bloque pero con 190 CV… y 400 Nm de par máximo. Más adelante, llegará el primer Mini con motor híbrido enchufable, el Cooper S E Countryman ALL4. Combina un motor de gasolina de 3 cilindros y 1,5 litros de cilindrada y 136 CV con otro eléctrico de 88 CV, con una potencia total combinada de 224 CV. El consumo medio homologado es de 2,1 litros a los 100 kilómetros, mientras su valor CO2 es de 49 g/km.
Todas las versiones pueden montar en opción el sistema de tracción total ALL4, compuesto por una unidad de toma de fuerza integrada en el diferencial delantero, un árbol de transmisión dirigido al eje trasero y un embrague Hang-On que consigue una transmisión con una dosificación exacta del par de tracción a las ruedas traseras. El control electrónico del sistema está interconectado con el sistema de conducción dinámica DSC, lo que le permite reconocer con rapidez la necesidad de adaptar la distribución de fuerza.
Los precios de este nuevo Countryman no son precisamente baratos, y el más accesible de ellos arranca ya en 27.800 euros y llegan hasta los 37.600 euros del diésel más potente.
