Nintendo ha anunciado que en marzo lanzará al mercado su nueva consola, Nintendo Switch, a un precio aproximado de 300 euros. Un equipo que no llega con demasiados juegos. A falta de catálogo inicial la compañía ha decidido apostar, una vez más como sucede últimamente, en una saga del pasado para triunfar en el presente.
Y es que si Pokemon Go y Super Mario Run han dado la campanada en sus respectivas versiones para el móvil -con grandes subidas en bolsa incluidas-, 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild' pretende hacer lo propio con la nueva consola.
Se trata de uno de los juegos históricos de la firma asiática, y será inicialmente la apuesta más destacable dentro de un catálogo que Nintendo ha asegurado que crecerá gradualmente a lo largo de 2017.
Nintendo presentará en sociedad este título el mismo día en que la consola se lance al mercado, lo que pone de relieve por dónde van los tiros.
El objetivo, tanto de la nueva consola como de su apuesta inicial por Zelda, es olvidar cuanto antes las cifras ventas de Nintendo Wii.
Las características de Nintendo Switch
La nueva consola de la marca japonesa tiene como principal característica la ubicuidad. Es cierto que principalmente es un equipo de sobremesa, pero integra una pantalla integrada, de tipo phablet, que se puede extraer del sistema para viajar con nosotros y jugar allí donde queramos.
Este display táctil tiene unas dimensiones de 6.2 pulgadas y ofrece una resolución de 720p, que se convierten en 1080p cuando la consola está conectada al televisor a través de su base de conexión.
El equipo portátil dispone de unos pequeños mandos -bautizados como JoyCon- que se conectan a la pantalla para jugar con más comodidad. Estos joysticks se deben desconectar para usarla desde casa, ya que son también los mandos que se utilizan para jugar en modo estático. Como en el caso de su predecesora, la Nintendo Wii, los JoyCon reaccionan al movimiento de las manos del usuario.