El futuro no pinta bien para la economía española. Es cierto que el país está creciendo a un ritmo del 3%, pero el impulso no se va a mantener en los próximos años y algunos de los grandes desequilibrios del país siguen sin corregirse. La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) cree que la situación no va a mejorar mucho en los próximos cuatro años, a no ser que se tomen medidas para remediarlo. En la España que visualizan en 2020 en su último informe hay menos personas en edad de trabajar que ahora y más jubilados, el paro sigue por encima del 14% y lo que es aún más preocupante, la deuda pública se mantiene por encima del 100% del PIB.
Funcas revisó este martes sus previsiones y presentó por primera vez estimaciones a medio plazo porque entiende que, aunque la recuperación es una realidad, cabe preguntarse si será suficiente para corregir los principales desequilibrios que padece la economía española en materia de desempleo y deuda pública. Según sus previsiones, que no contemplan cambios significativos en la política económica, el PIB se iría reduciendo poco a poco en los próximos años hasta situarse en un 2% en 2020. El paro también bajará y la deuda se estabilizará, pero la tendencia será insuficiente para corregir estos dos desequilibrios.
Empecemos por el desempleo. Según la fundación, la tasa de ocupación, que actualmente está diez puntos por debajo de la de los mejores países, aumentará en los próximos años, pero en ningún caso alcanzará los estándares europeos. Esto provocará que el 14,3% de la población activa siga desempleada en el año 2020 y que una de cada cuatro personas en edad de trabajar permanezca en la inactividad.
Las previsiones demográficas empeoran el panorama laboral y dibujan un panorama difícil para las pensiones
Y las previsiones demográficas empeoran estas perspectivas. La población en edad de trabajar disminuirá en medio millón de personas en los próximos cinco años por la caída de la natalidad y el inicio de la jubilación de la generación del baby boom. Además, los empleos de calidad seguirán escaseando, lo que puede hacer que muchos jóvenes tiendan a abandonar España en busca de mejores oportunidades en otros países.
Este contexto plantea un panorama difícil desde el punto de vista de las pensiones. El número de activos por cada jubilado será de 2,5 en el año 2020, frente a los 2,7 que hay actualmente y los 3,1% que había antes de la crisis. El propio director de Funcas, Carlos Ocaña, puso de manifiesto durante la presentación de las previsiones la necesidad de contar ya con un gobierno estable que empiece a abordar este tema, que será sin duda una de las grandes reformas de la próxima legislatura.
Y finalmente queda el grave problema de la deuda. La deuda pública en España se ha triplicado desde la crisis y se ha consolidado por encima del billón de euros. En ratio sobre PIB la deuda ha superado ya tres veces el umbral del 100% y, según Funcas, así seguirá en los próximos años. En 2016 acabará en el 100,4%, por encima de las previsiones oficiales (99,14% del PIB) y en 2020 escalará al 100,9%, lo que sería uno de sus niveles más alto desde 1910, según otro estudio de Funcas.
La normalización de la política del BCE hará que las cargas financieras vayan aumentando en los próximos años
¿Por qué no va a bajar la deuda en los próximos cuatro años? Según la fundación, la progresiva normalización de la política monetaria que está aplicando el Banco Central Europeo (BCE) hará que las cargas financieras aumenten en los próximos años. Además, el gasto público se mantendrá más o menos estable, con una disminución del gasto en prestaciones por desempleo y un aumento del gasto en pensiones y sanidad. La recaudación, por su parte, aumentará solo ligeramente por encima del PIB, lo que hará que el déficit público siga en el entorno del 2,5%.
En este escenario, la deuda pública sí lograría romper la tendencia alcista de los últimos años, pero no bajaría del 100%. Es decir, que en cuatro años estará prácticamente en el mismo nivel que está ahora si no se toman medidas para remediarlo. Por eso Funcas, cree que la creación de empleo de calidad y la reducción de la deuda pública constituyen dos de los principales retos a los que se enfrenta la economía en estos momentos. “Se requiere una estrategia con medidas específicas y sostenidas en el tiempo”, sostiene el informe.