El carismático líder del PSC, Miquel Iceta, ha revelado algunos de los insultos que ha recibido a lo largo de su trayectoria política, así cómo el nombre del político que más admira y los partidos de la competencia con cuyos miembros tiene mejores relaciones. Lo ha hecho en una entrevista publicada este martes en el diario El Mundo, en la que también ha reconocido que, pese a que las campañas electorales "me ponen", la idea de repetir por tecera vez le parece "horroroso".
Consciente de que los ciudadanos ven a los políticos como "personas raras", Iceta defiende que "no es así". "En política como en tantas cosas, importa mucho el instinto de supervivencia. Y para sobrevivir, se hacen cosas que no son las adecuadas. Por eso hay bichos. Pero también hay mucha buena gente", considera. Preguntado por la persona más "admirable" en su oficio, el político catalán destaca a Ángel Gabilondo y bromea: "Siempre es más seguro hablar de gente que ya no está, pero yo voy a nombrar a un vivo".
"En política como en tantas cosas, importa mucho el instinto de supervivencia", dice el líder socialista catalán
A Iceta le han llamado "facha", algo que atribuye a la "falta de cultura". "También me han llamado rojo de mierda. Una vez me tiraron un huevo. Miré y me gritaron rojo de mierda. Bueno, me quedé más tranquilo. Tiene su puntito que te griten rojo de mierda", dice el líder socialista catalán, quien se define como una persona "flemática".
Según Iceta, "usamos demasiado" la palabra amigo, aunque reconoce tener relaciones personales de confianza a nuestra izquierda (del PSOE) y también en Convergencia. "Algo menos en Esquerra... Y tengo buena relación personal con gente del PP", añade. Sobre Susana Díaz, afirma que le unen muchas más cosas de las que le separan. "Yo, en realidad, no he tenido problemas dentro del partido desde la época de las Juventudes Socialistas. Pero es que entonces era joven", asegura. Y agrega que en la CUP "son lo que son, nunca han escondido su radicalidad". "Lo que me extraña es que alguien los critique por ser coherentes consigo mismos. Los tengo lejos, los conozco menos, pero intento entender su manera de ser y respetarlos", indica.
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