Desbandada generalizada en FCC. La OPA lanzada por su principal accionista, Carlos Slim, le ha dejado prácticamente solo en el capital del grupo de construcción y servicios, tras la salida de Bill Gates, tercer socio de la compañía, y también de los numerosos especuladores que se habían acercado al grupo al olor de los cambios en su accionariado. Esther Koplowitz, la histórica accionista mayoritaria, permanece en el capital pero con una participación del 20% y muy conectada a Slim.
Una vez liquidada la OPA, la participación del empresario mexicano en FCC asciende al 61,1% del capital. La aceptación de la oferta ha sorprendido al mercado y también al entorno de Slim, que esperaban que ésta fuera inferior. El principal accionista de la compañía contaba con que superaría levemente el 50% después de la OPA. Sin embargo, se ha dado la circunstancia de que un buen número de accionistas ha acudido a la oferta pese a registrar minusvalías en la operación.
El caso más significativo ha sido el de Bill Gates. El cofundador de Microsoft, considerado el poseedor de la mayor fortuna del mundo, decidió poner punto final a su aventura como accionista de FCC, que inició en octubre de 2013, cuando se hizo con cerca de un 6% del capital de la compañía procedente de su autocartera. Como en el caso de otros inversores, la inversión de Gates no ha sido rentable. Sus pérdidas podrían haber alcanzado los 57 millones de euros.
Con la liquidación de la OPA también han desaparecido los especuladores que habían aterrizado en FCC a finales del pasado ejercicio, cuando la compañía ultimaba la aprobación de una nueva ampliación de capital. El hedge fund Three Bays Capital adquirió instrumentos derivados referenciados a un paquete de acciones que llegó a superar el 11% del capital, aunque en ningún momento llegó a tener ni una acción en su poder.
La situación de Esther Koplowitz
Algo similar sucedió con Goldman Sachs, cuyas posiciones especulativas en FCC alcanzaron cerca de un 10% del capital. El pasado 20 de julio, cinco días después del cierre del plazo para aceptar la OPA, la entidad comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había eliminado prácticamente por completo estas posiciones. Mientras, Three Bays Capital ha hecho lo propio, aunque de forma progresiva. Poco después de la liquidación de la oferta, el hedge fund también ha dado por concluida su etapa especulativa en FCC.
Así las cosas, Esther Koplowitz, la que fuera primera accionista del grupo, es la única referencia alternativa a Slim que queda en el capital del grupo constructor y de servicios. Sin embargo, la participación del 20% que ha conseguido mantener la empresaria guarda una relación muy estrecha con el magnate mexicano.
Cabe recordar que Koplowitz pudo acudir a la última ampliación de la compañía (y evitar, de este modo, diluirse aún más en el capital) gracias a un préstamo concedido por Slim. Gracias a esta maniobra, Koplowitz suscribió un 7% adicional de FCC, aunque acordó con el empresario mexicano venderle un 2,5% para amortizar parte de ese crédito. El 4,5% restante está pignorado como garantía.
Abordaje en año y medio
Pero Slim también tiene que ver con el otro 15,4% de FCC que mantiene Koplowitz. En su día, el primer accionista de la compañía firmó con los dos acreedores de la empresaria (BBVA y Bankia) una opción de compra de su deuda personal de la empresaria con sus dos acreedores.
Slim aterrizó en FCC en noviembre de 2014, cuando acudió en auxilio de Esther Koplowitz y de la propia compañía, que afrontaba una tan incierta como necesaria ampliación de capital. Poco más de año y medio después, se ha quedado como única referencia en el grupo.