España

El misterio de los diez votos secretos: ¿Oculta el PP tres pactos con los independentistas?

¿Pactó Rajoy con los separatistas catalanes y vascos? El misterio de los diez votos secretos para la Mesa del Congreso empieza a desvelarse.

  • El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a su salida este martes del Congreso.

Tres pactos ocultos del PP explicarían el oscuro caso de los diez votos secretos para conformar la Mesa del Congreso. Nadie lo confiesa. Nadie lo reconoce. El misterio de los diez diputados que secundaron con sus papeletas las candidaturas de Ignacio Prendes y Rosa Romero para ocupar las vicepresidencias primera y tercera de la Mesa de la Cámara empieza a desvelarse. Los candidatos de Ciudadanos y PP, respectivamente, recibieron 179 votos, es decir, diez más de los que suman sus respectivas formaciones. ¿De dónde salieron esos diez? se preguntaban este martes con insistencia en los pasillos del Congreso? Ni siquiera eran necesarios, puesto que PSOE y Podemos no unieron sus fuerzas en ese trámite parlamentario. "Son votos independentistas", explicó Antonio Hernando, portavoz de la bancada socialista, "esta es la senda que debe seguir Rajoy para su investidura, pactar con los afines ideológicos". El PSOE, así, escurre el bulto ante las presiones para que cambie su 'no' por la abstención en la investidura de Rajoy.

Bildu en la abstención

Rajoy y Rivera pactaron el lunes, mano a mano y como es sabido, la presidencia de la Cámara. Ana Pastor resultó elegida a cambio de dos sillas en la Mesa para Ciudadanos, que no tenía derecho a ellas dada su raquítico resultado electoral. A la hora de las votaciones, sin embargo, se produjo un hecho sorprendente y reseñable. Todas las fuerzas separatistas de la Cámara, incluida Bildu, optaron por la abstención. Nada quisieron saber de Patxi López, el candidato de la difícil entente PSOE-Podemos. Más extrañeza aún produjeron los diez votos favorables a las candidaturas de Ciudadanos y PP para las vicepresidencias. No eran necesarios, salvo como 'un colchón' en caso de sorpresas inesperadas. ¿Qué ocurrió? Misterio sin resolver. Aunque no tanto. El PP ha negociado estas semanas en todas direcciones para solventar el trámite de la formación de Congreso y Senado sin los sobresaltos o incomodidades de diciembre. En círculos parlamentarios se habla abiertamente de tres pactos con otras tantas fuerzas nacionalistas, no reconocidos formalmente por los populares.

El PP ha negociado estas semanas en todas direcciones para solventar el trámite de la formación de Congreso y Senado sin los sobresaltos o incomodidades de diciembre

El primero sería con Convergencia, ahora denominado Partido Democráta Catalán, que al no alcanzar el 15% de los votos requeridos en su demarcación, está en grave riesgo de no formar grupo parlamentario propio. Un contratiempo de enormes dimensiones en una formación que amenaza ruina y que necesita indefectiblemente poder político en Madrid. Cinco diputados de Convergencia pudieron respaldar al candidato de Ciudadanos para la vicepresidencia primera, según confesión propia recogida por la agencia Efe. Se recuerda ahora la bronca que organizó el PP cuando hace seis meses los socialistas aceptaron que ERC formara grupo parlamentario propio. 

El segundo pacto se adjudica al PNV, al que el PP ha cedido una silla en la Mesa del Senado donde Podemos, por ejemplo, se queda de nuevo sin representación. Cinco diputados vascos redondearían el grupo de diez papeletas sin nombre ni responsable, ya que se trata de un voto secreto. Los nacionalistas vascos no han asumido, en absoluto, tal posibilidad, pero la lógica les delata. Si no han sido de Bildu, Podemos o PSOE, tienen que ser de los nacioanlistas. Amén del inevitable escaño canario.

¿Qué pasa con ERC?

¿Y ERC? ¿Qué pinta ERC?. Circulaba este marte por los círculos del Parlamento una bizarra versión según la cual los republicanos catalanes se habrían sumado a la abstención en pro de Ana Pastor no sólo porque no quieren aparecer junto a Podemos, su gran rival en Cataluña, sino porque habrían conseguido amarrar la futura presidencia de una comisión parlamentaria. Versión en absoluto confirmada por el PP. Y desmentida enérgicamente por el propio Tardá. El tiempo dirá si hubo algo o no. Los canarios, que aparecen siempre en estos trances, tambien desmitieron su apoyo secreto.

Tres pactos con tres fuerzas nacionalistas y separatistas del Congreso parecen demasiadas para un partido como el PP, que hace bandera de la unidad de España. De ahí los sigilos, los secretos y los desmentidos. Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso, hablaba tan solo de 'acuedospersonales', esto es, con diputados sueltos y no con grupos palamentarios. Ni a los secesionistas ni a los populares les conviene airear estos acuerdos, caso de haber existido. Aznar en su momento acordó con Convergencia y PNV. El Majestic, tel´n de fondo. Eran otros tiempos. Convergencia acaba de refundarse y ya es abiertamente una fuerza secesionista. El PNV es más moderado pero su fin último es el de todos los nacionalistas: la independencia. ¿Tres pactos ocultos para diez votos secretos? Las incógnitas se despejarán tarde o temprano. De momento, imperan los desmentidos.

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