La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, triunfó este miércoles en los corrillos que se hicieron en la Casa del Lector, en el Matadero de Madrid, y derrotó en expectación al mismísimo Rey Felipe durante la entrega de los Premios Internacionales de Periodismo. Felipe VI, sin la reina Letizia, presidió la entrega de estos galardones organizados por la Agencia Efe y que premiaron entre otros a Mario Vargas Llosa y Carlos Herrera. Al terminar la ceremonia, el Rey hizo el ya tradicional paseo por la zona del vino español en el que conversó con todo el que quiso acercase al monarca.
La conversación más larga fue con Adolfo Suárez Illana (brazo en cabestrillo), el torero Enrique Ponce, y el premiado Mario Vargas Llosa. Dio una vuelta al ruedo del edificio saludando personalmente a gran parte de la profesión periodística que había acudido al acto. Pero la que realmente fue la estrella del vino español, la más reclamada y asediada, fue la vicepresidenta del Gobierno.
Pero lo que dejó claro la vicepresidenta en su charla con los periodistas es que el presidente en funciones tiene prisa por nombrar el Gobierno, siempre que finalmente sea investido
Terminaba un corrillo con periodistas o invitados y comenzaba con otro, y así hasta que abandonó las instalaciones del Matadero. La mayor parte de la información que facilitó Sáenz de Santamaría quedó vieja a los pocos minutos, pues el propio Mariano Rajoy compareció en rueda de prensa tras su entrevista con Pedro Sánchez y contó gran parte del contenido.
Pero lo que dejó claro la vicepresidenta en su charla con los periodistas es que el presidente en funciones tiene prisa por nombrar el Gobierno, siempre que finalmente sea investido. Santamaría, que es madre de un niño de cuatro años, reconoció que busca piscina para que su hijo no pase todo el mes de agosto en el secarral madrileño castigado este año con un duro calor este verano.
Entre las ausencias del vino español, o al menos las personas que menos se dejaron ver tras la ceremonia, estuvieron la portavoz del Gobierno de Manuela Carmena, Rita Maestre, y el líder de OHL, Juan Miguel Villar Mir, que patrocinaba el premio. A la que se vio más, a pesar de llegar la última con más de media hora de retraso, fue a Ana García Obregón, que estaba feliz cada vez que le hacían una foto.
El Rey Felipe en su discurso dijo que creía firmemente en la profesión periodística que presta “una función necesaria, insustituible y esencial en cualquier sociedad democrática consciente de sus derechos y deberes”. La mayor parte de los premiados de países latinos son profesionales que han denunciado los dramas humanos y personales basados en la explotación y la pobreza de esos países.
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