España

Los sindicatos se niegan a entrar en el pulso electoral entre el PSOE y Podemos

UGT y Comisiones han hecho llegar ya a Pedro Sánchez que mantendrán la neutralidad en la campaña del 26-J sin entrar en el pulso electoral abierto entre el PSOE y Podemos. La alianza prevista entre Pablo Iglesias e IU resta margen a los sindicatos para apoyar abiertamente a los socialistas ante las urnas.

  • Pedro Sánchez junto al secretario general de UGT, José María Álvarez.

Los dos sindicatos mayoritarios echaron una mano a Pedro Sánchez cuando creyeron que estaba a punto de convencer a Podemos de que apoyara su investidura. UGT llegó, incluso, a respaldar el acuerdo que el PSOE había firmado con Ciudadanos porque defendía la recuperación del control de la negociación colectiva. Cuando en marzo pasado los socialistas disponían aun de margen temporal para que Pablo Iglesias aupara a Sánchez a La Moncloa, las dos centrales llegaron a instar a las fuerzas de izquierda a evitar unas nuevas elecciones generales, con la clara intención de romper las resistencias que dentro de la formación morada había para conducir al PSOE al Gobierno.

UGT y Comisiones volverán a apostar por un Gobierno de izquierdas, sin apoyar claramente al  PSOE

La apuesta sindical a favor de un Gabinete de cambio, como deseaba Sánchez, resultó fallida y ahora lo que el líder socialista quiere es que UGT y Comisiones se retraten de forma más nítida a favor del PSOE, teniendo en cuenta que este partido enfocará el grueso de su campaña electoral en el boicot de Podemos a la formación de un Gobierno a la valenciana. Sin embargo, la respuesta que el equipo económico de Sánchez ha recibido tanto de Ignacio Fernández Toxo (Comisiones) como de José María Álvarez (UGT), ha sido negativa: volverán a firmar un manifiesto conjunto antes de las próximas elecciones en el que habrá una apuesta genérica por los partidos de izquierda, pero sin mayores precisiones ni compromisos.

Fuentes sindicales argumentan que la alianza electoral que ultiman Podemos e Izquierda Unida hace inviable un apoyo tan preciso como el que demanda el PSOE para esta campaña, teniendo en cuenta que la UGT de ahora no es la misma que la que dirigió hasta el pasado marzo Cándido Méndez y que dentro de Comisiones hay todavía lazos potentes con la formación que pilota Alberto Garzón, muy dividida internamente sobre las ventajas que puede aportarle ir junto a Podemos a estas elecciones.

Objetivo: derogar las reformas de Rajoy

En el PSOE se recuerda que el apoyo que le ofreció UGT en los comicios del 20 de diciembre tampoco fue demasiado explícito. El sindicato se limitó a defender un cambio de “estrategia política para España” para promover “valores progresistas” y emplazó a los ciudadanos a reparar en las urnas los destrozos causados “por las erróneas políticas de austeridad extrema promovidas por la troika”, de la que responsabilizó también al Gobierno del PP, causante “de una profunda regresión social y económica”. En esta declaración, el sindicato eludió entrar en la pelea entre el PSOE y Podemos, aunque apostó por derogar buena parte de las reformas introducidas por Mariano Rajoy, entre ellas la del mercado de trabajo y la de las pensiones.

Los socialistas reconocen que la relación con la nueva UGT no está siendo fácil

Desde que se supo que las elecciones volverían a repetirse, el único pronunciamiento que se ha hecho desde UGT ha sido para pedir a los políticos en general que se centren en las preocupaciones de los ciudadanos, sobre todo en el problema del desempleo. Fuentes socialistas consideran que en estos momentos las relaciones con el sindicato no son sencillas, teniendo en cuenta su división interna y que quien lo dirige mantuvo duros enfrentamientos con Cándido Méndez, durante dos décadas un firme avalista del Partido Socialista.

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