Pablo Iglesias lo ha dado por hecho. Como si en ningún momento hubiera habido ninguna duda de qué lugar ocupa ahora Íñigo Errejón en Podemos, el líder de la formación morada ha afirmado, como quien no quiere la cosa: "Es clave que Errejón sea el director de la campaña y que sigamos trabajando codo con codo". Eso en una campaña en la que Iglesias entiende el 'sorpasso' "sólo si significa superar al PP". Iglesias ha incidido en que el PSOE es un "aliado" y ha llegado a afirmar que le ofrecería a Sánchez la vicepresidencia si su partido superara al PSOE. "Tendría toda legitimidad para reclamar la vicepresidencia", ha dicho, "me parece una cuestión de pura sensatez".
Confirmado, por tanto, que Errejón volverá a llevar las riendas de una campaña que Iglesias comienza empeñado en insistir que tiene la mano tendida al PSOE (de hecho, en la misma entrevista en Tele 5, esbozaba una disculpa por su alusión a la "cal viva" en el debate de investidura).
Errejón es, para Iglesias, "una pieza fundamental e imprescindible", y sus diferencias "son enriquecedoras". Iglesias ya había confirmado a Errejón como el número 3 por Madrid hace unos días, un puesto desde el que "afianza el proyecto". Esta posición en las listas se había puesto en duda también, al menos en caso de que se produzca finalmente la confluencia con IU.
"Tanto Íñigo como cualquier dirigente de Podemos somos piezas", ha señalado Iglesias, cuya relación con Errejón lleva meses en la picota. La crisis se abrió con la destitución como secretario de Organización de Sergio Pascual, muy próximo a Errejón, que guardó un largo silencio posterior. A Pascual lo sustituyó Pablo Echenique, mientras el propio Errejón se veía relegado en la recta final de las negociaciones con el PSOE por el propio Iglesias. Sin embargo, detrás de la propuesta de último minuto hecha por Compromís para lograr un Gobierno de mínimos con el PSOE, muchos vieron la mano de Errejón, que se había reunido la tarde anterior con Mónica Oltra.