Una vez bajada la persiana de la fugaz pretemporada del Mundial de Fórmula 1, las miradas se dirigen hacia la lejana ciudad de Melbourne, donde el 20 de marzo se apagará el semáforo de la primera carrera del año. Antes, durante y después de los tests oficiales todos repiten la misma cantinela: "Solo son pruebas, no se pueden sacar conclusiones". Una mentira más del falso teatrillo de la F1.
Boullier (McLaren): "Aún no hemos rodado con las especificaciones de 2016, iremos a Australia con nuevas piezas en el coche"
Todos saben muy bien cómo llega cada escudería al GP de Australia. Todos, menos el equipo de Fernando Alonso. Porque esa dualidad entre dos gigantes, McLaren y Honda, no acaba de funcionar de forma coordinada. Al menos, sus respectivos responsables mandan mensajes contradictorios que no hacen más que sembrar desconcierto sobre la preocupación nacida del nefasto curso pasado.
Primero habló el director deportivo de McLaren. Eric Boullier, moderadamente ilusionado, anunció que el chasis del MP4-31 será mejor en Melbourne que en las pruebas de Barcelona: "Aún no hemos rodado con las especificaciones de 2016 durante los tests, lo que significa que iremos a Australia con nuevas piezas en el coche".
"Hemos podido hacer unos buenos kilómetros la mayoría de días en Montmeló, lo que son buenas noticias. Y en términos de chasis ha sido importante que podamos comprobar todos los sistemas, algo que no pudimos hacer el año pasado. Parece que tenemos un coche fiable. El paquete base parece bueno, pero aún falta rendimiento por llegar en las próximas semanas", abundó.
Hasegawa (Honda): "Ya hemos homologado el motor que usamos en Barcelona, así que será el mismo que montaremos en Australia"
Música para los oídos... hasta que llegó el nuevo jefe de Honda, Yasuke Hasegawa, y con esas 'odiosas' honradez y serenidad japonesas habló sin tapujos. "Ya hemos homologado el motor, así que esta especificación es la que irá a Melbourne; usaremos el mismo motor que el utilizado en Barcelona. Tenemos que mejorarlo a lo largo de la temporada, pero creo que el punto de inicio es muy bueno. No hemos alcanzado todo el kilometraje que querríamos así que mandaremos este motor a Japón para sumarle kilometraje en el banco de pruebas de la fábrica", dijo.
Traduciendo al mandamás de la marca nipona: el motor que usarán Fernando Alonso y Jenson Button en la primera cita del año parece fiable al fin, pero todavía es más lento que una tortuga en comparación con los mejores y con casi todos los demás.
Con una unidad de potencia tan poco potente, por muy bueno que sea el chasis no hay nada que hacer. Da la sensación de que el tiempo se les ha vuelto a echar encima y hasta que la F1 llegue a Europa (mayo) McLaren no asomará la cabeza. Si acaso.