Antonio Coronado Martínez, uno de los acusados de espionaje a políticos del PP de Madrid en 2008 y 2009, ha asegurado este viernes que el expresidente regional Ignacio González ordenó seguir a la actual presidenta regional, Cristina Cifuentes, y el axalcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón, según recoge Efe.
En su comparecencia en la comisión de investigación de corrupción de la Asamblea de Madrid, este guardia civil ha recordado que en septiembre de 2007 el exconsejero de Presidencia y Justicia Francisco Granados le nombró asesor de seguridad junto con otros dos asesores de la Guardia Givil y tres de la Policía Nacional. Tiempo después, en marzo de 2008, ha explicado que el exdirector de Seguridad Sergio Gamón les citó en su despacho: "Nos dice que por especial interés de González hay que recabar una información, unos seguimientos de unas personas, de unos objetivos", ha declarado. Entre estos nombres ha asegurado que estaban los de la actual presidenta regional Cristina Cifuentes y el axalcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón.
El exdirector de Seguridad citó a los guardias civiles y les dijo que "por especial interés de González hay que recabar una información, unos seguimientos de unas personas, de unos objetivos"
Tras recibir las instrucciones y objetivos que debían seguir, se negaron y lo denunciaron a Granados en una reunión, tras lo cual "empezó un calvario", sufrieron "represalias y presiones terroríficas", según Coronado, y luego se enteraron por Gamón que no fue Granados quien ordenó los seguimientos sino que las instrucciones venían "del vicepresidente primero, Ignacio González". Según Coronado, Granados les dijo que aquello era "un montaje", que altos cargos de la Comunidad de Madrid querían "constituir unas pruebas" para que los guardias civiles "se comieran el delito", y en otra reunión posterior, tras estallar el escándalo, el propio Gamón le dijo: "Usted es inocente".
En esa reunión, Gamón le habría asegurado además que el también guardia civil José Luis Caro, "sabía todo" lo que estaba pasando. Según deduce Coronado por versiones que le fueron llegando desde distintas fuentes, "Gamón y Caro lo montaron y daban cuenta a Esperanza Aguirre", y supuestamente el "montaje" pretendía "preconstituir" pruebas para eximir a los políticos de responsabilidad y "sentar en el banquillo" a los guardias civiles. "No daba crédito, que personas de tanta altura quisieran meternos en eso", según Coronado, que ha negado haber hecho seguimientos, y sobre las notas que rellenaban cuando les mandaban estar en un puesto, vio cómo el subdirector de seguridad, Miguel Castaño, "escribía sobre ellas", por lo que no las reconoce, y que las suyas solo describían el acto de la agenda de la Comunidad al que le habían mandado y poco más.
Preguntado sobre las notas con descripciones físicas de personas que sufrieron seguimientos, ha dicho que "desconfía" que estas notas no son las que él hizo, "son de dudosa procedencia". También se ha quejado de la diferencia de trato a los policías nacionales en la investigación de la UDEF, ya que no figuraban sus posicionamientos telefónicos ni tampoco se investigaron los correos electrónicos, ha dicho Coronado, que ha lamentado que solo estén imputados guardias civiles. Así lo ha manifestado ante la comisión en la Asamblea sobre el caso de espionaje al exvicealcalde de Madrid Manuel Cobo y al exconsejero Alfredo Prada, entre otros cargos del PP madrileño en 2008 y 2009, que fue archivado dos veces y reabierto el año pasado.
