La Cátedra Complutense Memoria Histórica del siglo XX renuncia a asesorar al Ayuntamiento de Madrid para elaborar su Plan Integral de Memoria por "la incapacidad de la institución para garantizar las condiciones mínimas para desarrollar un trabajo profesional y sosegado, como requiere toda investigación científica".
Así lo asegura el Consejo Ejecutivo de la Cátedra en un comunicado con el que, además, quiere salir al paso de noticias que les atribuyen "múltiples propuestas que son falsas". Y en concreto, se refiere a la información publicada por El País en la que se decía que hay un listado provisional de 256 calles "franquistas" preparado por la Cátedra, que incluye espacios con nombres como los de Salvador Dalí, Santiago Bernabéu o Josep Pla, listado que el Ayuntamiento negó tener, mientras la propia alcaldesa, Manuela Carmena, dijo que no se quitarán dichos nombres porque sería "un disparate".
"Hasta ahora, la actitud de este Consejo Ejecutivo ha sido la de trabajar sin entrar a desmentir todas y cada una de las barbaridades que se atribuyen a la Cátedra", dice el comunicado, que asegura que en el listado de 256 nombres aparecen personas "no sólo de talla universal, sino además claramente alejados de las atrocidades cometidas en la dictadura".
Dice que la supresión de la terminología franquista del callejero ha de hacerse ajustándose a las recomendaciones que hace Naciones Unidas
Reproches a Carmena
Asimismo, reprocha a Carmena que "sin cuestionar la información" haya descargado sobre la Cátedra "la responsabilidad sobre los disparates que tal lista contiene". La Cátedra Memoria Histórica del siglo XX (CCMHSXX), que inició su labor en 2004, está dirigida por la profesora Mirta Núñez, cuenta en sus equipos de trabajo con más de sesenta historiadores, juristas sociólogos o comunicadores, especialistas en sus materias, y mantenía un convenio con la Universidad Complutense que venció hace dos días, el 9 de febrero.
Según afirma el Consejo Ejecutivo de la Cátedra, la información del diario de Prisa y las declaraciones de Carmena sobre ella "suponen un punto y final a nuestra capacidad de silencio y discreción", debido al "enorme daño" que lo publicado produce "en el prestigio institucional de la Universidad Complutense y en el personal de los integrantes de este Consejo".
Puntualiza que aunque la Cátedra apoya "decididamente" la iniciativa del Ayuntamiento de Madrid de elaborar un "Plan Integral de Memoria Madrid", la supresión de la terminología franquista del callejero ha de hacerse ajustándose a las recomendaciones que hace Naciones Unidas "sobre el derecho a la verdad, el deber de recordar y la lucha contra la impunidad", además de a lo establecido en la propia Ley de Memoria Histórica de 2007.
Resalta que el Consejo Ejecutivo de la Cátedra "no ha aprobado hasta ahora ninguna propuesta concreta para la supresión y cambio de nombres de calles de la ciudad de Madrid, ni ha dado su visto bueno a contrato alguno con el Ayuntamiento de Madrid para realizar el trabajo de asesoramiento sobre modificación del callejero".
Ni la Cátedra ni ninguno de sus miembros, subrayan, han recibido "dinero alguno vinculado a éste ni a ningún otro proyecto", y "sólo existe por parte de la Cátedra un contacto y un compromiso formal para asesorar al Ayuntamiento", labor que "está aún en un estado incipiente".
De hecho, recuerdan que los investigadores de la Cátedra comenzaron a trabajar en este tema a finales de diciembre, y "desde el primer momento ha habido una gran presión mediática y se ha generado un exceso de especulaciones sobre este trabajo, posibilitados, entre otros factores, por la utilización precipitada por parte del Ayuntamiento de Madrid de los primeros avances del citado equipo de investigación". Finalmente, recrimina al Rectorado de la Complutense haberles solicitado "sin éxito" que hicieran públicas "las rectificaciones pertinentes reclamadas por la Cátedra".