El expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol declarará este miércoles a partir de las 10 horas en calidad de imputado (según la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal como investigado) ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, y los fiscales Anticorrupción, Belén Suárez y Fernando Bermejo.
Jordi Pujol y su mujer, Marta Ferrusola, han llegado a las 9.47 horas de este miércoles a la sede de la Audiencia Nacional para ser interrogados sobre el origen de su fortuna en Andorra. Los Pujol han bajado de un monovolumen en la esquina de la calle Génova y han tenido que hacer a pie, por la calle peatonal, el 'paseíllo' hasta la entrada de las dependencias judiciales en la Plaza de la Villa de París. El matrimonio ha llegado acompañado de su abogado, Cristóbal Martell, con el 'expresident' unos pasos por delante de su esposa. Ninguno ha hecho declaraciones a los periodistas y Pujol sólo ha dedicado un saludo. Jordi Pujol ha comenzado a declarar ante el juez a las 10:45 horas.
Según sostienen fuentes cercanas al ex molt honorable consultadas por Vozpópuli, Pujol tiene previsto contestar a las preguntas que le formulen el juez, los fiscales y su defensa. Sin embargo, su esposa, Marta Ferrusola, citada a partir de las 11:30 horas, se acogerá previsiblemente a su derecho constitucional a no declarar.
La comparecencia de Pujol padre en la Audiencia se produce tras más de dos años de investigación judicial al clan del expresident catalán y cuando los indicios de un delito de blanqueo de capitales y delitos contra la Hacienda Pública por parte de distintos miembros de la familia son "sólidos" y "notables", tal y como explican fuentes de la investigación.
En julio de 2014 ante la opinión pública, y en enero de 2015 ante la juez, Pujol defendió que la fortuna de Andorra procedía de la herencia de su padre
Jordi Pujol i Soley emitió el 25 de julio de 2014 un comunicado donde manifestó que la fortuna que mantuvo oculta al fisco durante más de treinta años procedía del legado heredado de su padre Florenci Pujol. "Mi padre Florenci Pujol y Brugat, dispuso como última voluntad específica que un dinero ubicado en el extranjero -diferente del comprendido en su testamento-, rendimiento de una actividad económica de la que ya se ha escrito y comentado, y que no estaban regularizados en el momento de su muerte en septiembre de 1980, fueran destinados a mis siete hijos y a mi esposa, porque él consideraba errónea y de incierto futuro mi opción por la política en lugar de seguir en el mundo de la actividad económica. Y más aún, porque habiendo vivido de cerca la época difícil de los años 30 y 40 tenía miedo de lo que podía pasar, y más de lo que podía pasarle a un político muy comprometido", explicó el exlíder de CIU.
En un auto dictado el pasado mes de diciembre el juez De la Mata sostuvo que la tesis del legado "no se compadece con los datos ahora acreditados". "No consta la realidad del legado hereditario que menciona salvo por esas manifestaciones de Jordi Pujol, y el comunicado referido es en sí mismo un mero relato, sin contenido determinante alguno. No consta ni ha sido acreditada la cantidad del legado, el lugar en el que se encontraban esos fondos, su destino, etc., acompañado de documentación que corrobore tales afirmaciones", subrayó el instructor.
El legado sin credibilidad
Una de las principales razones que hacen caer la tesis de dicho legado es "la existencia de una cuenta, abierta en el año 2000, en la Banca Reig", cuyo titular de los fondos era el expresident pese a que fue abierta por su hijo Jordi Junior y ambos trataron de ocultar a la Justicia quien era el auténtico dueño de ese dinero.
La prueba con la que cuentan los investigadores es un documento manuscrito por el puño y letra de Jordi Pujol i Soley que éste envió en el año 2001 a la entidad Andbank donde junto a su firma adjuntaba un número de cuenta gracias al que se podían mover los fondos sin que fuera necesario para ello que el expresidente de la Generalitat depositara su rúbrica. Se trata de un mecanismo utilizado en paraísos fiscales como Andorra que permitía a la entidad bancaria saber que aunque el titular formal de esa cuenta bancaria era el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, el dueño real del dinero era Pujol padre.
Los datos de la Comisión Rogatoria de Andorra han echado por tierra la tesis del legado: el juez dice que esta teoría "no se compadece con los datos ahora acreditados"
En la resolución donde el instructor de la Audiencia Nacional citó al matrimonio Pujol Ferrusola para interrogarlo por un delito de blanqueo de capitales, el juez explicó cómo el propio expresidente catalán era el "titular real de los fondos existentes en la cuenta 63810, que fueron ingresados en efectivo y de los que dispuso hasta finales de 2010, con idéntica intención de ocultación, utilizando a persona interpuesta, y ocultando también su origen". Pero el magistrado dio un paso más allá y afirmó que "dicho patrimonio no consta que se justifique con los ingresos ordinarios que hubiere obtenido por razón del cargo público que ostentó durante 23 años, Presidente de la Generalitat de Cataluña".
Cuando Jordi Pujol declaró ante la titular del Juzgado de Instrucción Número 31 de Barcelona el 27 de enero de 2015 defendió a capa y espada que la fortuna amasada en Andorra procedía de su padre Florenci Pujol. Entonces el panorama judicial era mucho menos sombrío para el clan.
No en vano después de que las autoridades andorranas enviaran vía Comisión Rogatoria a la Audiencia Nacional miles de folios con movimientos bancarios, 'pelotazos' urbanísticos, transferencias millonarias de dinero, etc, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía (UDEF) ha concluido que la familia Pujol es una "organización criminal perfectamente asentada".
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