Análisis

Un pacto que puede llevarse a Rajoy por delante

        

  • Alberto Rivera, líder de Ciudadanos

Habrá boda, y tendrá que ser entre el PP y Ciudadanos. No deja otra opción el barómetro del CIS conocido a escasas horas del arranque de la campaña. El sondeo consagra el fin del bipartidismo y catapulta a Ciudadanos al papel de figura clave para la conformación de una futura mayoría. Casi cien escaños pierden PP y PSOE con relación a las últimas generales, a causa, fundamentalmente, del ascenso meteórico de la fuerza naranja, que escala hasta los 63 y 66 escaños, toda una proeza para un partido que tan sólo hace un año dio el salto a la política nacional. Podemos pierde fuelle, se quedaría en 25 diputados, muy por debajo de lo que ha estado apareciendo en los sondeos publicados por otros estudios en los últimos días. La figura de Pablo Iglesias se diluye, lentamente.

El centro derecha es el claro vencedor de esta radiografía. El PP se mantiene firme en cabeza, pero necesita de C's para lograr la mayoría absoluta

La fotografía del CIS en vísperas de la campaña no deja lugar a dudas: quien aspire a alcanzar la Moncloa tendrá necesariamente que llegar a pactos de Gobierno, al menos, siquiera, para superar el trance de una sesión de Investidura. El Partido Popular, con una horquilla de 122 y 128 escaños, aunque se queda por debajo de sus expectativas, situadas en torno a los 130, en tanto que el PSOE no alcanzaría la cifra de los 90 escaños ni siquiera en el costado más favorable de la horquilla. Ciudadanos, además, le pisa los talones ya que se queda a apenas dos puntos del partido que lidera Pedro Sánchez. Podemos se descuelga pero, con la suma del resto de las formaciones de izquierda alcanzaría el medio centenar de sillones parlamentarios. 

El centro derecha es el claro vencedor de esta radriografía. El PP se mantiene firme en cabeza, algo que nadie dudaba, gana las elecciones, asciende con relación al último barómetro y aumenta también en voto directo, y refleja la voluntad de estabilidad de gran parte del electorado. No alcanza, sin embargo, el 30 por ciento de la intención de voto, un objetivo que siempre se ha marcado el partido conservador si quiere plantearse una posición cómoda de cara a las ulteriores negociaciones. El barómetro refleja a las claras un matrimonio que parece inevitable: PP y Ciudadanos, única fórmula para alcanzar la mayoría absoluta salvo la suma de los populares con los socialistas, la 'gran coalición' en la que ahora mismo casi nadie piensa, y menos un Mariano Rajoy.

Albert Rivera ha declarado en los últimos días que nunca prestará su respaldo a un Gobierno presidido por Rajoy o por Sánchez, una fórmula ambigua en la que se deja la apuerta abierta a algún tipo de acuerdo con estas formaciones siempre y cuando no figuren sus actuales líderes al frente. Todo es negociable, el resultado final decidirá el color de los acuerdos, pero no cabe duda de que nos encaminamos, en el caso de que el CIS acierte, a un escenario inevitable de un matrimonio entre el PP y Ciudadanos, al estilo quizás del que ya gobierna en Madrid. Rivera ha señalado con insistencia que nunca formará parte de un Gobierno en el que él no sea el presdiente. La campaña electoral que ahora arranca puede hacer bascular algunas tendencias, ya que el número de indecisos se estima en torno al 40 por ciento, una enormediad, todo está abierto, todo es posible. La volatilidad es enorme y coinciden lso analistas en que habrá muchas sorpresas.

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