Sin nada que hacer en pista más que intentar dar vueltas y vueltas a ver si le cogen el punto al coche, los actores de McLaren Honda aprovechan cada fin de semana para poner en escena un vodevil tragicómico con el que mantener al menos entretenidos a periodistas y aficionados.
En Italia, el reparto de papeles en esta película de miedo ha quedado claro desde el primer minuto. Fernando Alonso hace de poli malo y Eric Boullier, director deportivo de la escudería, es su alter ego. O sea, el poli bueno.
Así, el español ha sido esta vez el encargado de pinchar a los imperturbables japoneses de Honda que fabrican el lento motor del coche que, por desgracia, le toca sufrir en cada gran premio. Y para ello nada mejor que espolearlos alabando, por comparación, el trabajo de su socio, McLaren. Ya lo hizo el viernes: "Creo que el chasis que tenemos es de los mejores de la parrilla. Los datos así lo demuestran. El paso por curva era el segundo mejor después del de los Red Bull. Creo que tenemos un déficit importante de potencia y ahí tenemos que centrarnos".
Y añadió: "En circuitos como este el efecto de la potencia es muy grande. Son muchos segundos a tope. Solamente hay seis curvas en Monza y es complicado porque es un circuito de motor, que es nuestro mayor déficit".
Para que no hubiera dudas, publicó un mensaje en Instagram donde el gráfico lo dice todo:
Velocidades máximas en la primera sesión. Monza es el circuito más rápido del campeonato..Una foto publicada por Fernando Alonso (@fernandoalo_oficial) el 4 de Sep de 2015 a la(s) 2:59 PDT
El sábado, tras caer eliminado a la primera de cambio, en la Q1, volvió a la carga. Esta vez ya no se anduvo con distinciones. Lanzó su dardo contra todo el equipo. Contra el coche en su conjunto: "Caer eliminado en la Q1 es un poco frustrante. Sabemos que no estamos en la mejor posición, ya que ahora mismo no somos competitivos, así que tenemos que seguir trabajando en todos los frentes para mejorar el coche".
Y llegó otra carrera desastrosa. En la que se puede destacar la pundonorosa salida y poco más. Desde ahí y hasta la enésima retirada, un calvario cuya descripción es demasiado realista incluso para los más pacientes.
"No sé qué le ha pasado al coche. He parado yo porque iba a tope y no pasaba de 100. Es algo de motor. Paré para evitar males mayores. Estábamos fuera de los puntos y no había nada que hacer", explicó con gesto ausente.
En el otro extremo del escenario, Eric Boullier. El director deportivo de McLaren quiso hacer un ejercicio de buen rollo y abrió el GP de Italia asegurando: "Obviamente nos gustaría estar un poco más arriba en esa curva de rendimiento y ganar puntos regularmente. Tanto Spa como Monza serán carreras difíciles, pero eso ya lo sabíamos. También vemos cosas positivas porque la fiabilidad ha mejorado".
Que se lo diga a Fernando Alonso...
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