Basta que surja de refilón el nombre o la sombra de Fernando Alonso para que en Ferrari haya alguien que salte con verbo afilado a lanzar varios dardos contra el piloto español. Es cierto que, cansado de aguantar la campaña italiana de desprestigio, el asturiano lleva semanas entrando al trapo y poniendo públicamente en duda cada vez que puede la presunta mejoría de la Scuderia durante el actual Mundial.
Por eso, cuando arrecian los rumores sobre la sustitución de Raikkonen, su director deportivo, el pasional Maurizio Arrivabene, ha aprovechado para menospreciar con pretendida displicencia la figura de Alonso. Otra vez.
"Fernando siempre será una parte de la historia de Ferrari, pero era obvio que había llegado el momento de separarse de él", ha asegurado el jefe de la Scuderia en la revista Autosprint cuando se le pregunta si no le echan de menos al pensar en la gran pareja de pilotos que compondría con Vettel.
Cuando se pronuncia el nombre del alemán, precisamente sustituto del ovetense, la consigna ferrarista es clara y contundente. Hay que dejar caer siempre que Alonso es muy bueno, pero que contaminaba gravemente el ambiente de trabajo en Maranello y en el garaje de Ferrari. Y Arrivabene lo ha vuelto a hacer: "No me arrepiento de nada. Veo que Sebastian, como Fernando, es rápido y muy trabajador, ganó el título antes y quiere ser campeón de nuevo. Está bien asentado en el equipo. La situación ahora se ha vuelto calmada, cálida y el equipo ha empezado a creer en sí mismo de nuevo. El resto no me interesa".
Ya lanzado, el nuevo y forofo jefe deportivo italiano respondió directamente a las citadas opiniones del bicampeón español en las que este cuestiona la tan cacareada evolución de Ferrari en 2015: "Alonso puede decir lo que quiera. Puede hablar sobre ello por otros diez años, pero el equipo está por encima de esto. El capítulo está cerrado". Estará cerrado... hasta el próximo rifirafe verbal.
