La búsqueda de combustibles y fuentes de energía alternativas se ha convertido en uno de los grandes desafíos de este siglo, un desafío al que casi todas las marcas de automóviles se han apuntado, con caminos muy diversos. Audi, lleva tiempo trabajando en el e-Diesel, dentro de la actividad de la marca de los cuatro aros en el marco de su programa de desarrollo de combustibles alternativos con emisiones neutras de CO2.
Una moderna planta que ya produce el e-Diesel a partir del agua, aire y electricidad, en un proceso en el que el dióxido de carbono se extrae directamente del aire utilizando una tecnología de captura directa desarrollada por la empresa suiza Climeworks, uno de los socios de Audi en este proyecto. En un proceso independiente, una unidad de electrolisis alimentada con electricidad obtenida de forma sostenible divide el agua en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno se hace reaccionar con el dióxido de carbono en dos procesos químicos que se llevan a cabo a una temperatura de 220 grados y con una presión de 25 bares, para producir un líquido compuesto por hidrocarburos que recibe el nombre de "Blue Crude" ó petróleo azul, un proceso que alcanza una eficiencia de hasta un 70%.
Actualmente, la planta producir unos 160 litros diarios de este novedoso y limpio combustible, del cual casi el 80% puede transformarse en e-Diesel, libre de azufre y compuestos aromáticos, que puede mezclarse con el diésel fósil convencional en cualquier proporción. Para demostrar su idoneidad en el uso diario, la ministra federal de Educación e Investigación, Johanna Wanka, utilizó el pasado martes los primeros cinco litros en su coche oficial, un Audi A8 3.0 TDI clean diesel quattro.