La cuarta generación del Type R comenzó a darse a conocer hace tres años, y ya Honda hablaba de importantes novedades en su más deportivo modelo. Y entre ellos, sin duda que el abandono de su tradicional motor atmosférico ha sido uno de los puntos más destacables, un elemento característico en cada una de las diferentes generaciones que, casi 20 años después del lanzamiento de la primera versión, deja atrás para recurrir a una motorización ya muy extendida, un dos litros de inyección directa dotado de turbocompresor que supera la barrera de los 300 CV para convertirse en el tracción delantera más potente del mercado.
Aunque no llega a alcanzar los altísimos regímenes de giro de sus predecesores, el Type R 2015 llega hasta las 7.000 rpm, logrando un nivel de prestaciones muy superiores a sus antecesores. Apenas 5,7 segundos en el paso de 0 a 100 km/h y una velocidad máxima de 270 km/h. Un potencial que recae directamente sobre el eje delantero provisto, casi obligatoriamente, de un diferencial de deslizamiento limitado que garantiza dosificar sobre el asfalto los 310 CV que rinde el nuevo bloque.
Para contener todo este empuje, el Type R cuenta con un equipo de frenos específico desarrollado por Brembo y formado por un conjunto de discos delanteros de 350 milímetros de diámetro y pinzas de cuatro pistones. Los neumáticos son de medidas 235/35 en ambos ejes sobre llantas de 19 pulgadas. La suspensión, por su parte, mantiene el mismo esquema del resto de Civic, aunque tanto los muelles como los amortiguadores son claramente más rígidos, estos últimos de dureza variable. Además, mediante un botón específico se modifica tanto la suspensión como la dirección, incrementando la velocidad de respuesta del motor al acelerador y la rigidez de los amortiguadores en un 30% y reduciendo la asistencia de la dirección.
El precio del Type R, 34.500 euros, es parecido al de modelos como el Renault Mégane RS 275 Trophy y queda por debajo de modelos más Premium como el Volkswagen Golf R o el Audi S3, ambos ligeramente menos potentes -300 CV- pero con tracción a las cuatro ruedas. A diferencia de las generaciones anteriores del Type R, Honda ofrece una versión bautizada como «GT» -cuesta 37.000 euros- que añade detalles decorativos rojos en los paragolpes, un difusor aerodinámico trasero y más elementos de equipamiento de serie, entre los que destacan un navegador de la marca Garmin con actualizaciones gratuitas durante cinco años, un sistema de sonido mejorado, un avisador por cambio involuntario de carril o un detector de tráfico cruzado al circular marcha atrás.
El Civic Type R tiene un diferencial de deslizamiento limitado en el eje delantero y una suspensión diferente a la que utilizan el resto de Honda Civic. Delante es de tipo McPherson, como en cualquier otro Civic, pero con un sistema de pivote desacoplado cuya misión es evitar (o reducir) los movimientos bruscos sobre el volante (la dirección) al acelerar con fuerza, especialmente en vehículos tan potente como éste. Detrás hay un eje de torsión convenientemente reforzado para adaptarse a las prestaciones del modelo. Los amortiguadores son de dureza variable y la asistencia de la dirección es eléctrica.
La aerodinámica recibe en este novedoso Type R un cuidado especial, con un diseño del parachoques delantero, de la parte inferior de la carrocería y del alerón y difusor trasero concebido para incrementar la carga aerodinámica y reducir la elevación de la carrocería a alta velocidad. Entre los pasos de rueda delantera y la puerta, se ha diseñado una abertura vertical para evacuar el aire caliente del compartimiento del motor.
Por dentro, destacan los asientos de tipo baquet y un salpicadero con información más abundante en el cuadro de instrumentos, incorporando un display digital con nuevas funciones de telemetría para poder incluso analizar nuestra conducción.