Prueba de ese amor que el viejo continente -España incluida- siente por su figura es el anuncio realizado por la productora Mirabal Films de la realización del documental The Second Act of Elliott Murphy, dirigido por Jorge Arenillas, quien ha escrito guiones para Enrique Urbizu, Daniel Calparsoro o Muchachada Nui y que realizó el largometraje Otro Verano. La película da testimonio del día a día del músico a lo largo de una de las numerosísimas giras que realiza por España, y pretende ser un perfil humano y profesional sobre el amor a una música y a una manera de vivirla más allá del inaccesible éxito comercial. Desde el propio sitio web del director solicitan a los aficionados grabaciones caseras que puedan poseer de conciertos celebrados durante las décadas de los 70, 80 y 90.
Poeta rock con inquietudes culturales
Porque aunque Elliott Murphy no haya alcanzado nunca los puestos altos de las listas, sí ocupa el papel de figura de culto entre los amantes del rock americano en su vertiente más poética. Coetáneo de gente como Bruce Springsteen o Jackson Browne, son legión los músicos que no dudan en reconocer en sus canciones una influencia innegable, desde los nombrados hasta gente como Patti Smith, R.E.M. o el llorado Lou Reed. Y sin embargo, como se ha apuntado, Murphy nunca ha encontrado predicamento comercial en su país natal, tal vez acentuado por esa imagen que siempre ha cultivado de poeta culto, intelectual y romántico (ha publicado varios libros), en una tierra donde son mejor recibidos los héroes de clase trabajadora estilo Springsteen.
Pero sus primeros discos, de una lista que supera la treintena, son un bello ejemplo del cronista agudo, del observador implicado en los debes y haberes de la propia sociedad que le ha visto nacer y crecer, todo ello a ritmo de rock directo, urbano, con clara influencia tanto del blues como de los grandes trovadores folk del país. Sus primeras cuatro referencias, desde Aquashow en 1973 a Just a Story from America en 1977, son indiscutiblemente piezas angulares en cualquier discografía que pretenda reflejar el desarrollo de una música que durante muchos años ha tratado de analizar la propia idiosincrasia de la sociedad de la que emanó.
Ya de joven, durante los años 60, Elliott Murphy realizó un viaje iniciático por Europa que le llevó a actuar en estaciones de metro, esquinas callejeras o mínimos locales. Incluso tiene una pequeña intervención en la película de Federico Fellini Roma. Por eso no es de extrañar que ante las pocas expectativas cosechadas en Estados Unidos pusiera rumbo a Europa, donde reside junto a su mujer francesa. Desde París, sus giras por todo el continente son continuas y siempre con el billetaje prácticamente agotado. Eso que hemos salido ganando.
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