"No participo en la planificación de la próxima temporada, porque no existe", dijo el técnico del Barcelona, Gerardo Martino. "No me sentaría aquí si lo hicieran y me dejaran fuera", añadió el argentino en la rueda de prensa previa al duelo ante Osasuna. Como es lógico, estas declaraciones dejaron en mal lugar al director deportivo, Andoni Zubizarreta, e, incluso, al presidente Josep Maria Bartomeu, quien aseguró que ya se han realizado gestiones para buscar sustitutos a jugadores como Valdés y Puyol.
Por si fuera poco, el ex agente FIFA Josep Maria Minguella, muy vinculado al llamado entorno barcelonista, dijo en el programa 'Tiempo de Juego' de la cadena COPE, que "el Barça tenía una reunión hace diez días para decidir la temporada que viene, y el Tata dijo que no podía ir". Esta afirmación cuadra con las declaraciones realizadas 24 horas antes por el propio Martino. "Trabajamos juntos, pero a lo que él se refería es a todas esas listas que salen de altas y bajas en los periódicos. No retransmitimos negociaciones", explicó Zubizarreta.
Según informó hace unos días el diario AS, la Federación Argentina de Fútbol (AFA) quiere al Tata Martino como relevo de Alejandro Sabella al frente de la Albiceleste tras el Mundial de Brasil. Su presidente, Julio Grondona, sondeó al rosarino, quien dejó la puerta abierta a poder cumplir uno de los retos de su vida. Eso si, en Argentina prefieren no hablar del tema hasta después del Mundial, pues no quieren crear mal ambiente alrededor de su selección.
Martino firmó en julio de 2013 un contrato por dos temporadas con el Barça, aunque con cláusulas que podrían penalizar de manera unilateral si una de las dos partes no cumple el trato. Si el Tata, tal y como parece, decide no cumplir su contrato, debería indemnizar al Barça, aunque las buenas relaciones y el hecho de que llegado el caso al Barça también podría interesarle su marcha, tal vez tampoco hiciera falta.
Sea como fuere, a la espera de ver cómo la va al Barça en las tres competiciones que tiene por delante, lo que parece claro es que Martino no da la sensación de pensar más allá del 30 de junio. De ahí que poco le vaya a importar tomar decisiones como dejar en el banquillo a Neymar, aún más sorprendente después de todo el revuelo que su fichaje sigue generando.
El argentino no contó con el brasileño ante Osasuna. Le hizo calentar en la banda y finalmente, pese a la goleada, no le dio entrada, lo que enfadó al 11 azulgrana. De cara al trascendental clásico del domingo en el Bernabéu, el debate ya está abierto, aunque todo apunta a que Martino apostará por un once sin Neymar.