El resultado de cuatro semanas de desarrollo, que fueron las que tuvo Warshaw por las presiones para que estuviese listo para la campaña de navidad, dio como resultado el peor videojuego de la historia de los malos juegos, entre otras cosas por no realizar las comprobaciones de calidad antes de su salida al mercado. Pese a esto Atari consiguió vender 1.5 millones de copias del juego, convirtiéndose en el octavo cartucho más vendido por la compañía, de las 4 millones de copias fabricadas.
Ante esta situación Atari decidió deshacerse de la sobreproducción de cartuchos guardados en los almacenes de su planta de producción en El Paso enviándolos en camiones al vertedero de Alamogordo, Nuevo México, donde fueron triturados y cubiertos con una capa de hormigón durante el mes de septiembre de 1983, según trabajadores del priopio vertedero.
Desde entonces se ha especulado sobre si se trataba de una leyenda urbana o por el contrario si se encontraban enterradas en el desierto de Nuevo México. Millones de copias, no solo de E.T. el extraterrestre, que ha día de hoy tienen un valor por copia de unos 65$, sino también de otras franquicias que la propia Atari tuvo que destruir.
En junio de este mismo año 2013 la compañía canadiense Fuel Industries consiguió permiso por parte de la ciudad de Alamogordo para realizar excavaciones en busca de los famosos cartuchos, aclarar si se trataba de una leyenda urbana de una vez por todas y realizar un documental con la propia excavación. Microsoft ha anunciado que durante el año 2014 en sus plataformas Xbox ONE y Xbox 360 se podrá ver un documental por episodios sobre el enterramiento de las infames copias, dirigido por Zak Penn (Incident at Loch Ness). El rodaje empieza este próximo enero.