La banca acreedora ha planteado a El Corte Inglés que venda parte de su patrimonio inmobiliario y que se olvide de cualquier idea de expansión internacional, en el marco de las negociaciones que el gigante de los grandes almacenes mantiene con más de una veintena de entidades financieras para la refinanciación de una deuda de más de 5.000 millones de euros.
Así lo aseguran fuentes financieras, que añaden que, para garantizar liquidez al grupo, la banca le ha adelantado recibos que tiene domiciliados en líneas de factoring (mecanismo basado en la cesión de un crédito a cobrar por una empresa en favor de una entidad financiera) y ha renovado los vencimientos de todas sus pólizas de crédito.
El pasado viernes, el diario Expansión aseguraba que las partes “han empezado a acercar posturas” en la negociación, con el objetivo de finalizar el proceso el próximo 31 de julio.
Las fuentes consultadas indican que la banca ha exigido al grupo vender parte de su patrimonio inmobiliario, en lo que, previsiblemente, se articularía mediante una operación de sale and leaseback (el propietario vende el edificio pero se queda como inquilino). Otros inmuebles quedarían hipotecados como garantía.
Pese al desplome del mercado inmobiliario español, el grupo, que no comenta este asunto, tiene la ventaja de contar con una importante cartera de edificios situados en zonas premium que tienen, como se dice en el sector inmobiliario, un bicho dentro, esto es, un inquilino que garantiza rentas recurrentes al comprador.
Cuando anunció el inicio del proceso, para el que ha contratado a Morgan Stanley como asesor financiero y coordinador, la empresa ya subrayó que su “portafolio de activos inmobiliarios, situados en lugares irrepetibles, tiene un valor de mercado varias veces superior al importe de la refinanciación”.
Las fuentes consultadas añaden que el grupo va a tener que renunciar a su expansión internacional, barajada desde hace años y que (si se exceptúa el negocio de Agencias de Viajes), actualmente se limita a Portugal, un país que, como España, atraviesa una delicada situación económica y donde en el ejercicio 2011 (último dato disponible) la compañía apenas ganó 2,1 millones de euros (siete veces menos que en 2010).
Tras descartar el salto a Italia, el grupo barajaba un agresivo plan de expansión en Latinoamérica. Un plan que requeriría cuantiosas inversiones y que, como consecuencia del proceso de refinanciación, va a tener que dejar en el olvido por ahora.