La dirección de Nissan en Japón ha adjudicado definitivamente a la planta de Barcelona la fabricación del nuevo vehículo, un paso que se daba por perdio hace sólo unos días por parte de la dirección de la filial española ante el desafío de los sindicatos durante la negociación. Ahora sí, la fábrica tiene por delante una perspectiva positiva de crecimeinto, con la creación de 4.000 puestos de trabajo (de estos 1.000 directos), y una inversión de 130 millones.
El anuncio de la adjudicación se producirá este lunes y se encargará el vicepresidente de Operaciones Industriales de Nissan en España, Frank Torres, de dar la noticia en la fábrica de Barcelona, ante la presencia del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el secretario de Industria del Ministerio de Industria, Luis Valero.
Ambas administraciones han tenido un papel clave en las negociaciones que han permitido que Nissan Barcelona se sume al bando de las fábricas en España que se están asegurando trabajo para el futuro, y con ésto, esté garantizando puestos de trabajo en plena crisis economíca y en pleno auge del paro, aunque sea con un recorte salarial importante.
Fuentes de la empresa automovilística han confirmado a Efe que la multinacional nipona ha dado ya el visto bueno a esta adjudicación al acoger de manera positiva el acuerdo para reducir los costes laborales cerrado en Barcelona con los sindicatos la semana pasada.
La adjudicación llega después de más de seis meses de negociación entre la empresa y los sindicatos y de un pacto para aumentar la productividad de la planta de Barcelona que contempla la creación de una doble escala salarial, de manera que los nuevos contratados cobrarán un 20 % menos que la plantilla actual.