La Generalitat mantiene contactos con Nissan para intentar que la planta de la Zona Franca de Barcelona no pierda la fabricación del nuevo turismo que quiere lanzar al mercado esta multinacional japonesa y que supondría la contratación de 1.000 personas (y 3.000 puestos indirectos), y una inversión de 130 millones de euros.
Fuentes del gobierno catalán han asegurado este lunes a Efe que hay contactos entre ambas partes para intentar "reconducir" la situación, después de que el viernes, día 18, Nissan descartara que el nuevo turismo se fabrique en Barcelona.
Fuentes sindicales, por su parte, han precisado que el director general de Relaciones Laborales de la Generalitat, Ramón Bonastre, se ha puesto en contacto con el vicepresidente sénior de fabricación de Nissan en Europa, John Martin, para intentar mantener vivas las opciones de la planta de la Zona Franca.
La Generalitat se ha ofrecido a intentar convencer a CCOO y UGT para que firmen la última propuesta que se negoció, tal como ya ha hecho esta mañana SIGEN-USOC.
Sin embargo, siempre según estas fuentes, la dirección de Nissan ha transmitido a la Generalitat que la decisión de la dirección europea es firme y que, si todos los sindicatos firmasen, simplemente se podía comprometer a trasladar a la cúpula de la multinacional en Japón el acuerdo para que los cuarteles generales decidieran si el descarte de la Zona Franca es irreversible.
El último documento negociado entre empresa y sindicatos preveía la implantación de la doble escala salarial para los nuevos contratados, de forma que empezarían con una nómina 19.900 euros y en cinco años pasarían a 25.600 euros, y a partir de aquí, como seguirían cobrando un 20 % menos que la plantilla actual, reducirían en esta parte proporcional su jornada laboral para dedicarla a formación.