Obviamente, no son las que Tezanos nos suministra a modo de opiáceo para hacernos creer que lo blanco es negro y lo negro es blanco. Añadiré que uno barrunta que el tezanismo demoscópico sirve también para que Sánchez y su combo se autoafirmen y respiren, porque no hay nadie como el traidor para ser consciente de su traición. Me refiero a las encuestas que menudean a diario por los medios y por los partidos políticos, tanto gubernamentales como derechosos, fascistoides, defensores del heteropatriarcado, consumidores de carne de res y, horrendo referens, caña de lomo.
Ahí tienen una que conocimos ayer, la de DYM para 20minutos. El sondeo afirma con rotundidad que, en caso de celebrarse ahora elecciones, el PP obtendría la mayoría junto con VOX con un resultado de entre 142 y 146 escaños los populares y entre 30 y 34 los de Abascal. Pedro, Pedrín, Pedrete obtendría entre 122 y 126 y el partido del cobete, Sumar, entre 23 y 27. Según la franja más alta de la horquilla PP y VOX obtendrían unos comodísimos 180 escaños, lo que desterraría del gobierno de la nación las ocurrencias sanchistas, las amnistías puigdemontianas, los referéndums de Aragonés, las chochocharlas, con perdón, y los cobetes de Mari Yoli, lo que no es poco decir.
Sánchez, que será malo pero no tonto, sabe que el tiempo juega en contra suya. Son muchos los frentes que tiene abiertos: el PP le ha dicho a Armengol que, o activa en 48 horas el control al gobierno del Congreso, o empleará medidas legales; la brutal ola de llegadas de inmigrantes y su reparto por todo el territorio nacional sin encomendarse ni a Dios ni al diablo ha hecho a las autonomías poner el grito en el cielo; la economía está temblando con los anuncios de Yolanda Díaz acerca de la reducción de la jornada laboral; Europa exige que Calviño presente de una puñetera vez las cuentas de los dineros que nos envió y que de los que todavía nadie sabe ni dónde ni a quién han ido a parar; la postura expresada por la parte podemita del gobierno respecto a los criminales de Hamás ha indignado a la comunidad occidental; la pornográfica propuesta de amnistiar a delincuentes acusados de malversación – recuerda, Pedrito, lo de la sedición te lo cargaste tú solito – ha indignado a todos los juristas de la UE; en fin, la politización en clave partidista de la justicia, de los medios de comunicación, de todo lo que se le ponga a tiro demuestra a quien lo quiera ver que el sanchismo no es más que autocracia disfrazada de populismo barato. Y es harto conocido como acaban estas cosas, generalmente con un “¡Exprópiese!” vocinglero y fanfarrón.
Por eso teme Sánchez a las encuestas y por eso intenta apretar el acelerador. Está en tiempo de descuento.