En unas semanas, Novagalicia iniciará con un intenso y extenso plan de desinversiones al que le obligará Bruselas, una vez aprobado su proceso de reestructuración. Hasta entonces, el banco presidido por José María Castellano ha decidido aprovechar las ventanas que ofrece el mercado para comenzar a desinvertir en algunas de sus participadas, como Sacyr y Quabit.
A lo largo de estas últimas semanas, la entidad gallega ha vendido acciones de Sacyr representativas del 0,36% del capital social del grupo de construcción y servicios por un importe de 2,86 millones de euros. Novagalicia ha vendido en el mercado un paquete de 1,61 millones de títulos de la compañía en distintas operaciones realizadas entre los pasados días 24 y 27 de septiembre, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Se trata de acciones de Sacyr que la entidad gallega posee de forma indirecta a través de NCG Corporación Industrial. Las ventas se realizaron a un precio de entre 1,72 y 1,89 euros por acción. De esta forma, la entidad nacionalizada ha reducido hasta el 6,37% la participación que tiene a través de su firma de participadas en Sacyr. Además, NCG Banco participa con otras entidades, entre ellas Bankia o Liberbank, en una sindicatura de acciones que, en total, suman otro 12,2% de la compañía que preside Manuel Manrique.
Esta salida de Sacyr se prolongará de forma escalonada cuando los precios así lo aconsejen. De hecho, el proceso está acordado con la constructora con la que existe un pacto para que estas ventas no afecten a la cotización de la compañía.
En paralelo a la desinversión en Sacyr, Novagalicia también ha producido la salida de Quabit. En la última semana ha rebajado su participación por debajo del 3%, por lo que ya no tendrá que comunicar sus próximas órdenes de venta a la CNMV. La entidad gallega cuenta con un 2,63% de la inmobiliaria, con un total de 33.688.502 acciones.
La salida de Novagalicia de Quabit es otro problema añadido para la inmobiliaria, cuyo principal accioista (el Grupo Rayet) anunció ayer el concurso de acreedores de su segunda filial, Rayet Rehabilitación, que se une a los problemas de Rayet Construcción, también en situación concursal.
